Los expertos anticipan que la factura que deberá pagar Wolswagen a sus clientes será muy cara, después de engañar a los consumidores sobre un software que medía la contaminación. Foto: AFP

Los expertos anticipan que la factura que deberá pagar Volswagen a sus clientes será muy cara, después de engañar a los consumidores sobre un software que medía la contaminación. Foto: AFP

La reputación y las acciones de Volkswagen tambalean por escándalo de contaminación

21 de septiembre de 2015 13:37

El gigante alemán Volkswagen reconoció haber equipado modelos diésel en Estados Unidos con un software que falseaba datos de emisiones contaminantes, un escándalo que le costará caro en el plano financiero y en términos de imagen.

La empresa anunció la suspensión de la comercialización en Estados Unidos de sus diésel de cuatro cilindros de las marcas VW y Audi, que representaban el 23% de sus ventas en ese mercado.

Unos 20 000 millones de euros de la capitalización bursátil del grupo se habían esfumado este lunes, 21 de septiembre del 2015,  pocas horas después de la apertura de los mercados. En el cierre de la bolsa de Fráncfort, la acción de Volkswagen cayó 17,14% a 133,70 euros.

“Desastre”, “Hecatombe” ... la prensa alemana buscaba las palabras para describir el golpe asestado, para colmo de males durante el Salón del Automóvil de Fráncfort, a una empresa que es un orgullo nacional, líder mundial de ventas en el primer semestre del año.

El caso, sacado a la luz por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA), “tendrá consecuencias financieras considerables para el grupo, que aún no se pueden calcular”, sin contar el perjuicio para “la imagen y la credibilidad de Volkswagen en todo el mundo”, dijo a la AFP el analista del sector automovilístico Ferdinand Dudenhöffer.

Según las autoridades estadounidenses, 482 000 vehículos de las marcas Volkswagen y Audi fabricados entre 2009 y 2015 y vendidos en Estados Unidos fueron equipados con un sofisticado software que permitía reducir sus emisiones contaminantes al ser sometidos a un test de polución.

Gracias a ese fraude, los vehículos obtenían una certificación ecológica.

Dudas sobre otros mercados

La artimaña informática podría costarle al grupo USD 18 000 millones en multas y miles de millones más vinculados al retiro del mercado de los vehículos afectados, sin contar las indemnizaciones a clientes defraudados.

Las sospechas, además, podrían extenderse en el sector. El gobierno alemán pidió a las automotrices que demuestren la veracidad de sus datos de emisiones contaminantes, a fin de “investigar si hubo manipulaciones similares en Alemania o en Europa”.

Ademas exigió “pruebas exhaustivas” a todos los modelos diesel de la marca Volkswagen, según dijo este lunes al diario Bild el ministro de Transportes Alexander Dobrindt.

“Solicité a la Oficina federal del automóvil (KBA) realizar inmediatamente pruebas específicas y exhaustivas a los modelos diesel de Volkswagen por parte de expertos independientes”, declaró Dobrindt al diario con mayor tiraje en Europa.

Volkswagen ya enfrentaba “un momento difícil” en el mercado estadounidense, apunta Frank Schwope, analista del banco Nord/LB.

La marca alemana esperaba compensar con sus motores diésel sus carencias en ese mercado, muy adicto a los todoterrenos.

¿Winterkorn salvará su silla?

Ahora, Volkswagen corre el riesgo de convertirse en “un paria para el gobierno y quizás también para los consumidores norteamericanos" , afirma Max Waburton, analista de Bernstein, citado por Bloomberg.

El presidente de Volkswagen, Martin Winterkorn, de 68 años, pidió disculpas el domingo. “Personalmente lamento mucho que hayamos roto la confianza de nuestros clientes y del público”, declaró, prometiendo cooperar con las autoridades en la investigación.

El mandato de Winterkorn debería ser prolongado hasta fines de 2018 en la reunión que el Consejo de Vigilancia de la firma se apresta a celebrar el 25 de septiembre. Esa decisión debería confirmar la victoria del ejecutivo en el duelo entre bastidores que libró con su exmentor y hombre fuerte de la empresa, Ferdinand Piëch.

Pero ahora esos planes podrían peligrar. Winterkorn “es el jefe de la división de desarrollo de la marca Volkswagen”, señala Dudenhöffer.

“El Consejo de Vigilancia no puede hacerse el desentendido del asunto. Volkswagen necesita un nuevo despegue, y desde mi punto de vista, ese despegue no puede hacerse con Winterkorn”, al frente del gigante automovilístico desde 2007", añade.