El presidente electo, Lenín Moreno, durante la entrega de credenciales en el Consejo Nacional Electoral, la semana pasada. Lo acompañan José Serrano, Juan Pablo Pozo y Jorge Glas. Foto: Pavel Calahorrano / LÍDERES

El presidente electo, Lenín Moreno, durante la entrega de credenciales en el Consejo Nacional Electoral, la semana pasada. Lo acompañan José Serrano, Juan Pablo Pozo y Jorge Glas. Foto: Pavel Calahorrano / LÍDERES

Los retos económicos reciben al gobierno de Lenín Moreno

22 de mayo de 2017 10:56

La economía ecuatoriana que recibirá el presidente electo Lenín Moreno, al tomar posesión de su cargo este 24 de mayo, está en proceso de recuperación, según su antecesor, Rafael Correa y las cifras que van reportando los organismos estatales. Sin embargo, hay procesos que requieren de trabajo, según analistas.

La titular del Banco Central del Ecuador (BCE), Madeleine Abarca, ratificó esa recuperación cuando anunció los datos de crecimiento del 2016, asegurando que “la economía ecuatoriana se encuentra en expansión económica”, durante el enlace ciudadano del 8 de abril pasado.

De acuerdo con datos del BCE, en el 2016 la economía del país se contrajo en 1,5%, pero para este año se proyecta llegar a un crecimiento del 1,42%.

Entre las cifras positivas está la recaudación del primer cuatrimestre de este año que fue superior en USD 421 millones, a lo obtenido en el mismo período de 2016, llegando a 4 862 millones.

Los ingresos petroleros, que se vieron mermados por la caída de los precios internacionales en los últimos dos años, están creciendo, aunque la producción diaria se ha limitado para cumplir con el acuerdo de reducción de producción del primer semestre de 2017, pactado por los países miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).

Las exportaciones petroleras se recuperaron -en valor FOB- en un 86% durante el primer trimestre de 2017, según datos del BCE, alcanzando exportaciones por USD 1 666,7 millones, mientras que en el mismo período de 2016 la cifra fue de USD 896,2 millones.

Así, la proyección del crecimiento de la economía se apalanca en factores como la mejora de los precios del petróleo, la entrada en vigencia del acuerdo con la Unión Europea, además de la inyección de circulante proveniente del Gobierno (producto del endeudamiento), que ayudó a dinamizar la economía desde el último trimestre del año pasado.

Precisamente, la deuda total del país creció en más del doble en una década del 2006 al 2016 (ver gráfico) hasta alcanzar los USD 27 466 millones a marzo de 2017, según datos del Ministerio de Finanzas. Mientras que, la necesidad de financiamiento, que cerró en 2016 en USD 13 643 millones según estadísticas de la Ejecución Presupuestaria de Finanzas, para este año se ubica en un promedio de USD 8 000 millones.

Para el analista económico Pablo Lucio Paredes, el nuevo Gobierno tiene el gran desafío de enfrentar el déficit fiscal, asegurando que es necesario cambiar la visión de las finanzas públicas, pues el endeudamiento sirve cuando hay “baches temporales”, mientras que el caso ecuatoriano no es momentáneo.

Con él coincide Diego Mancheno, decano de la Facultad de Economía de la Universidad Católica, quien asegura que es necesario entender los ciclos económicos determinando la duración del ‘shock’ . Si es temporal cabe la posibilidad de endeudarse, pero si es permanente es el momento de hacer ajustes a largo plazo.

A criterio de Lucio Paredes, el país tiene que tomar en cuenta que no es posible financiarse con mecanismos que ponen en riesgo a la dolarización, como por ejemplo el dinero electrónico, sistema de pago que genera dudas en los sectores productivos.

Tras una reunión con representantes de la Asociación de Bancos Privados del Ecuador (Asobanca), el pasado 18 de mayo, Moreno ofreció mantener la dolarización, insistiendo en “la necesidad de que el sistema financiero privado profundice la asignación eficaz de los recursos entre ahorradores y demandantes de crédito”.

Sin embargo, no se ha mencionado si en ese diálogo se trató el tema del manejo de este sistema de pago y si puede o no impactar en la sostenibilidad de la dolarización en el Ecuador.
Por ello, Lucio Paredes señala que lo más factible es trasladar la responsabilidad de su manejo al sector privado para evitar riesgos.

Analistas plantean acciones inmediatas

El plan de trabajo de Lenín Moreno, en lo económico, tiene varios puntales que prevé desarrollar. Entre ellos está el incremento de la inversión en ciencia, tecnología e innovación para lograr un cambio productivo.

Además habla de generar trabajo digno, de lograr acuerdos con el sector privado, de la promoción de una política industrial que permita potenciar y fortalecer los encadenamientos productivos, entre otros temas.

A todo esto le antecede la idea de que para alcanzar el proceso de cambio se debe “transformar el conocimiento en riqueza”, para lo que las instituciones de instrucción superior deben permanecer en constante diálogo con los sectores productivos del país.

Precisamente, este diálogo sería una de las bases para cumplir con los retos que se fijo el presidente electo cuando era candidato, al elaborar su plan de trabajo.

El analista económico Pablo Lucio Paredes dijo, en el marco del panel Retos y desafíos del gobierno de Lenín Moreno, que se cumplió en la Flacso, que el primer desafío para la nueva administración es entender que el Ecuador requiere más que un cambio de estilo. “Se ha hablado mucho de diálogo, pero en el Ecuador no sabemos dialogar. Dialogar es ponerse en la posición del otro y pensar en que uno puede tener la razón, pero el otro también la puede tener”, asegura Lucio Paredes al añadir que es un proceso difícil que no sabemos hacer en Ecuador, por lo que podría ser que “este ejercicio se quede en el aire”.

El decano de la Facultad de Economía de la Universidad Católica de Quito, Diego Mancheno, señaló que se debe plantear la posibilidad de trabajar en elementos sobre los cuales debería abrirse el diálogo, entre los que están los problemas de la información, los riesgos, y el papel de la educación. “Si queremos lanzar una estrategia de la sociedad del conocimiento, la reforma educativa debe ser analizada de manera específica”, dijo al añadir que hay que conversar sobre el marco institucional y redefinirlo para discutir temas como la eficiencia, la productividad, a quién se le encarga qué y cuáles son las políticas necesarias .

De acuerdo con un análisis de la Corporación de Estudios para el Desarrollo (Cordes), el nuevo gobierno debe dar desde el inicio de sus funciones señales para “recomponer”, la confianza empresarial, con la creación de medidas que marquen la sostenibilidad de la dolarización, la estabilidad del sistema financiero y la salud de las finanzas públicas.

Además, para Cordes, la oferta de un “cambio de estilo” del gobierno entrante no se debe limitar a bajar el tono de la confrontación, sino a hacer cambios de fondo, como corregir las cuentas fiscales.

Las cifras oficiales comunicadas en la rendición de cuentas del ministro coordinador de la Política Económica, Diego Martínez, hablan de que el país tiene una necesidad de financiamiento de unos USD 8 000 millones. Pero en el último reporte del banco de inversión JP Morgan, del 15 de mayo, se calcula que el monto real es de unos USD 13 000 millones
Este es un gran desafío según Lucio Paredes, porque las necesidades de financiamiento no atraviesan una temporada pasajera, sino que hay que tomar medidas a largo plazo, pues no se tendrá nuevamente el petróleo a precios por encima de los USD 100.

Por ello es necesario cambiar la visión sobre las finanzas públicas.

Según Cordes, el primer presupuesto que elabore el nuevo gobierno ecuatoriano debe “corregir gradualmente los desequilibrios heredados”.

Rubén Flores, exsecretario técnico de Cooperación Internacional y catedrático universitario, enumera al menos tres desafíos puntuales a los que se debe enfrentar el nuevo mandatario.
El fundamental, para Flores, llega desde la perspectiva del sector monetario, sobre la sostenibilidad de la dolarización. Desde esa perspectiva las alternativas son exportar más e importar menos, atraer más inversión directa extranjera, revisar el endeudamiento y el rol fundamental de las remesas.

El segundo reto está en la necesidad de seguir expandiendo los mecanismos de intermediación financiera, reduciendo los costos de transacción especialmente para el crédito de las empresas de economía popular y solidaria.

El tercer desafío que plantea este catedrático está en dar continuidad a los acuerdos comerciales que están avanzando. Estos instrumentos implican un componente normativo fundamental para el acceso a mercados.

La generación de empleo, una apuesta compleja de concretar

El empleo en el Ecuador no pasa por su mejor momento. Si bien, durante el primer trimestre de 2017, la tasa de desempleo se ubicó en el 4,4%, frente al 5,7% del mismo trimestre del 2016, el empleo adecuado se redujo del 40% al 38,5%.

Además, el subempleo subió del 17,1% entre enero y marzo del 2016 al 21,4%% para igual período del 2017, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).

Dentro de este contexto, una de las principales ofertas de campaña del presidente electo Lenín Moreno, fue la generación de empleo, que según su plan de trabajo sería de 250 000 empleos anuales, con la nueva política industrial.

Según Jaime Arciniegas, dirigente del Parlamento Laboral, la demanda de empleo en función del crecimiento de la población económicamente activa va en relación al 2,2%, es decir de cerca de 183 000 empleos cada año. Mientras que la OIT señala que por cada punto para crecimiento del PIB demanda una inversión de 2,2 veces y el cálculo de costo de inversión para cada empleo bordea los USD 60 000.

Por ello, Arciniegas considera que es fundamental el diálogo entre el gobierno central, el seccional y el sector privado, por áreas de producción, para una planificación adecuada que se ajuste a las necesidades.

“Quiero ser optimista, pero para ello implica partir de diálogos entre empleadores, trabajadores y gobierno, que generen confianza, estabilidad política, tributaria, seguridad jurídica, etc.”, enfatiza y señala que sin estas consideraciones no sería posible implementar estas expectativas de Moreno.

Jaime Rumbea, principal de la Asociación de Promotores Inmobiliarios del Ecuador (Apive), explica que en el caso de la construcción es necesario hacer cambios en temas como la ‘tramitología’ que demoran la concreción de los proyectos, para así recuperar el empleo. Rumbea señala que aunque Moreno iniciará su proyecto de 325 000 viviendas el 24 de mayo, las casas se empezarían a construir en 24 meses por todos los procesos que implica, por lo que el empleo por esa parte no sería inmediato.

El dirigente sindical Édgar Sarango dice que a pocos días de iniciar un nuevo gobierno son pocas las esperanzas de los trabajadores para poder visualizar el cambio que necesita el país.
Sarango añade que, dejando a un lado el pesimismo, es importante conocer el mensaje que dará Moreno, sobre lo que será la estrategia para la generación de empleo.