Israel Vera, Cristian Espinosa y Gabriela Fernández conforman el equipo de Ecuador Mystic Country. Foto: Galo Paguay / LÍDERES

Israel Vera, Cristian Espinosa y Gabriela Fernández conforman el equipo de Ecuador Mystic Country. Foto: Galo Paguay / LÍDERES

La ruta turística que usa acertijos y leyendas

4 de julio de 2017 15:16

Seis de cada 10 quiteños no realizan tours en su ciudad porque les parece aburrido. Este fue el diagnóstico de un estudio realizado el año pasado por Gabriela Fernández, ingeniera en Turismo y Preservación Ambiental.

El segundo hallazgo de la investigación fue que ocho de cada 10 niños en Quito no conocen lo que es un juego tradicional.

Estas dos realidades fueron el punto de partido para la construcción de Mi ruta, mi Quito, un recorrido por el Centro Histórico de la capital, donde lo fundamental es que los participantes tengan una experiencia vivencial.

Se trata de la primera ruta de Ecuador Mystic Country, empresa conformada por Gabriela, su esposo Cristian Espinosa, quien se encarga de la parte administrativa, e Israel Vera, desde el lado del diseño y la publicidad.

Mi ruta, mi Quito parte en la Iglesia de San Francisco. Desde este punto comienza la integración de los participantes. Gabriela no solo les cuenta las historias conocidas y no tan conocidas de la congregación franciscana, además les entrega un acertijo que deberán descifrar. En cada parada hay un nuevo acertijo. El ganador se lleva un souvenir.

La segunda parada son las Colaciones de la Cruz Verde. El local es atendido por Luis Banda, quien se dedica al preparado de los tradicionales dulces desde hace 30 años, siguiendo los pasos de su abuelo, quien comenzó la labor hace más de un siglo, en 1915.

Los integrantes de la ruta podrán observar la elaboración de las colaciones. El maní se va tostando en un caldero de gran tamaño, que Luis menea con sus dos manos, mientras en otra olla se prepara la miel, que poco a poco se irá agregando al maní. Finalmente, se añade limón como preservante natural.

Doce lugares del Centro Histórico integran Mi ruta, mi Quito. Algunos son bastante conocidos y otros no tanto. Es el caso de la Cerería Rumivel’s, ubicada en la calle Flores, donde Uvaldina Quillupangui explica el proceso de elaboración de las velas palmatorias, utilizadas en procesiones y festividades religiosas. En este lugar, Gabriela cuenta la leyenda popular de la Dama Tapada.

Rescatar los juegos tradicionales también es uno de los objetivos de la ruta. Todos, grandes y pequeños, deben hacer bailar al trompo, saltar la rayuela o adivinar quién tiene el florón.
Gladys González hizo la ruta en marzo junto a sus nietos y sobrinos, quienes hicieron bailar el trompo y jugaron a la rayuela. Gladys, a pesar de que tiene 52 años viviendo en Quito, conoció las Colaciones de la Cruz Verde y la Cerería Rumivel’s.

Lorena Acuña tampoco había participado antes en rutas de estilo similar. En mayo, se sumó a Mi ruta, mi Quito. Dice que lo que más le gustó fue poder interactuar y conocer las leyendas populares.

Desde febrero, cuando arrancaron oficialmente, han participado 70 personas en 12 rutas. El precio por persona es de USD 20.

Para el inicio del año escolar, están organizando rutas para grupos de escuelas y colegios. Próximamente, también tendrán un nuevo recorrido por el barrio La Tola, que incluye una visita al Parque Itchimbía y conversaciones con personajes emblemáticos de este sector.

El mes pasado, Gabriela quedó en segundo lugar en el concurso Mujeres Emprendiendo con Éxito, organizado por la Agencia de Promoción Económica Conquito, que ahora le ayudará a pulir el emprendimiento turístico.