Una feria de emprendimiento se realiza en las afueras del Megamaxi de la av. 6 de Diciembre en Quito. / Foto: Julio Estrella, LÍDERES

Una feria de emprendimiento se realiza en las afueras del Megamaxi de la av. 6 de Diciembre en Quito. / Foto: Julio Estrella, LÍDERES

El sector productivo se adapta y delinea planes estratégicos 

13 de agosto del 2021

Grandes corporaciones, pequeñas y medianas empresas así como emprendimientos no han bajado los brazos para seguir operando, desde marzo del año anterior, cuando la pandemia llegó al Ecuador y trajo consecuencias sanitarias y económicas.

En ese contexto, al menos tres particularidades han caracterizado el desempeño de estos negocios en esta época: el consumo de productos locales mantuvo a flote a la industria y a las cadenas de retail; la digitalización de los servicios dio un soporte a los canales de comercialización y las empresas activaron un espíritu de resiliencia y solidaridad.

A partir de la experiencia derivada de la crisis sanitaria, para los directivos de las empresas el 2021 es un año de reinvención. Así se desprende de una encuesta realizada por la consultora PwC.

Celso Malimpensa, country Geographic Leader de PwC Ecuador, señala que la mayoría de los participantes de la encuesta son optimistas sobre una recuperación económica global; “esta será posible gracias a la aceleración digital inducida por la pandemia, que promete una mayor productividad y beneficios comerciales”.

En ese contexto, los indicadores de empleo también mejoran, según la última encuesta difundida por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC). La tasa de desempleo se ubicó en junio del 2021 en 5,1%, más de un punto porcentual menos frente a la cifra registrada en mayo.

En el sexto mes, unas 111 083 personas salieron del desempleo. De este número, la mayor parte fueron personas del sexo masculino.

Por todo ello, empresas, mipymes y emprendedores mantienen su objetivo de apostar por el Ecuador para su reactivación.

Eso quedó demostrado en la primera edición de Apuesta Ecuador, una iniciativa de Revista LÍDERES con el apoyo de entidades públicas y privadas.

Las iniciativas de Yakupura y Ecompake son un reflejo de que en el país hay oportunidades para salir adelante y desde su gestión de negocios se puede contribuir con la recuperación de la economía y la generación de empleo.

A continuación, un detalle de los ámbitos que han caracterizado al sector productivo este año.

Los productos nacionales ganan espacio en los autoservicios 

El 2020 fue un año de comportamiento irregular en el consumo, con altos y bajos en la compra de productos de la canasta básica, por la incertidumbre que generó la pandemia. El 2021 se presenta como un año más regular, con normalización de los hábitos, según las cadenas de retail.

No obstante, para Alejandro Arreguín, gerente de Compras de Almacenes Tía, existen cambios de hábitos de consumo que permanecerán aún después de la pandemia. “Si bien las compras se centran en productos esenciales, los consumidores hacen compras priorizando gastos”.
En autoservicios de productos de consumo masivo, la presencia de marcas nacionales es preponderante: alcanza un 90% en los supermercados de Corporación Favorita y Almacenes Tía.

“Las marcas nacionales aportaron al crecimiento general debido a que en su mayoría son productos masivos y de canasta básica, además, cada vez hay mejores productos gracias a la innovación”, señala Rubén Salazar, gerente corporativo de Corporación Favorita, propietaria de las cadenas de supermercados Supermaxi y Aki.

El 95% de sus ventas corresponden a productos nacionales, asegura Salazar, siendo significativa su presencia en ropa (75%). Esta categoría, junto a hogar y lencería han tenido una tendencia de crecimiento por el retorno a la normalidad, detalla el Gerente.

Para las marcas locales, especialmente las mipymes representa un reto ingresar en las grandes cadenas. Salazar subraya que la prioridad es para aquellas marcas que generen diferenciación en innovación, tanto para pequeñas como grandes empresas.

Añade que este año se han mantenido las mismas marcas, con ingresos de nuevos desarrollos. Adicionalmente, “una marca de un emprendimiento nacional en filtros de agua”. Se trata de Yakupura, recientemente ganador en la categoría emprendimiento del reality Apuesta Ecuador, una iniciativa de Revista LÍDERES.

En Tía, este año ingresaron 110 nuevas marcas, en las categorías de alimentos, embutidos, lácteos, frutas y verduras. El 90% de su portafolio es nacional.

“Para la economía del país, es indispensable que se mantenga e incremente la participación de marcas locales, por las implicaciones de estas, como la generación de empleo para los ecuatorianos y crecimiento en la oferta productiva del país”, señala el Gerente de Compras de la firma.

También recalca que es importante que tengan una buena capacidad de adaptación a la nueva realidad del mercado, entendiendo las necesidades de los clientes, y adecuándose a sus requerimientos en cuanto a tamaños y empaques, o atendiendo a nuevos segmentos que están creciendo.

En el sector farmacéutico la tendencia es de crecimiento del consumo nacional. En las cadenas Pharmacy’s, Cruz Azul y Comunitarias de Grupo Difare la comercialización de productos nacionales creció un 25% en 2020 en comparación con el 2019.

Para Christian Coll Baquerizo, gerente de División Farmacias, esto se debe a que cubren con los beneficios que buscan los consumidores. Actualmente, las marcas locales representan el 19% de las ventas totales del portafolio.

En este año, Difare ha recibido el ingreso de 189 marcas nacionales, correspondientes a las categorías de productos naturales, inmunoreguladores, insumos médicos y anti-parasitantes.
De acuerdo con la consultora de mercado Market Watch, la cadenas de retail tuvieron ventas normales durante el primer trimestre del 2021, y alimentos presenta una buena tendencia en este año.

Para la Corporación Mucho Mejor Ecuador, la pandemia es una oportunidad para la industria nacional porque la decisión de compra se ha dirigido hacia el producto local. “Es momento de construir marcas fuertes”.

La principal inversión va a los proyectos de digitalización

El 90% de los ejecutivos ecuatorianos, consultados por PwC para la encuesta global de CEO, que se publicó la semana pasada, indicó que la transformación digital será su principal inversión en los próximos tres años. En el mundo ese indicador llegó al 83%.

Para Esteban Valencia, socio líder de Auditoría de PwC, los CEO y equipos buscan reinventar las operaciones y negocios para mitigar los impactos de la pandemia. “Las prioridades cambiaron y evolucionaron y nos damos cuenta que es importante tener transformación digital”.

Es la apuesta que realiza la empresa cuencana Colineal. A través de su web, que fue creada hace seis años, comercializa muebles y accesorios para el hogar. En el 2019, este canal aportaba con cerca del 5% del total de la facturación de la empresa y para este año alcanza el 12%, señala el presidente de la compañía, Roberto Maldonado.

Él agrega que su tienda digital suple a la facturación de dos o tres tiendas, que tenían en centros comerciales y que cerraron debido a los efectos de la pandemia. Maldonado dice que aún no se logra una plena recuperación y aún están entre un 70% y 80% de lo que representaba el negocio en el 2019.

Pero, reconoce que el uso de medios digitales aporta a la reactivación y en lo que va del año se han recuperado 120 plazas de trabajo en su fábrica. “El mundo se orienta al comercio electrónico. Antes de la pandemia pensábamos que la tienda web se consolidaría en 10 años, pero se aceleró”, asegura Maldonado. Según él, en Panamá y Perú prevé replicar la misma estrategia, aunque considera que será un esfuerzo que tomará tiempo.

Para Juan Sebastián Salcedo, director ejecutivo de la Cámara de Innovación y Tecnología Ecuatoriana, el covid-19 aceleró los proyectos de las empresas que estaban previstos para los próximos cinco años. Por ello, las inversiones en proyectos tecnológicos se tornaron prioritarios.

Eso se comprueba en la encuesta global de empresas familiares, que también elaboró PwC. Entre las prioridades están la inversión en innovación y tecnología. “El uso de canales digitales es imprescindible para la competitividad y brinda una mejor experiencia de usuario a los clientes. Es decir, las relaciones, ventas, atención, presencia de marca, servicio postventa”, dice Salcedo.

Él agrega que las empresas están cada vez más interesadas en el uso de los datos, que pueden ser traídos a valor. Es decir, información sobre su operación, eficiencia, clientes y sus perfiles, ubicación y consumo. En la encuesta de empresas familiares de PwC, realizada en Ecuador, se determinó que quienes ya se habían embarcado en su viaje digital estuvieron mejor ubicados durante esta crisis.

Ese criterio es compartido por Juan Pablo Del Alcázar, gerente de Mentinno–Formación Gerencia, que es una consultora de negocios y marketing. Para él, la digitalización se tomó como una medida urgente y obligada el 2020, y quienes no lo hicieron han visto las consecuencias. “Las firmas abrieron nuevos canales y formas de estar en contacto con los clientes y público de interés. Eso generó resultados positivos porque pudieron mantener la comunicación y generar ingresos”.

Los canales principales que se activaron fueron mensajería y redes sociales, plataformas para ofrecer productos y servicios y cerrar transacciones de forma manual, en algunos casos; y en otros, con el uso de botones de pago digitales y opciones de cobro.

Si bien hay diferentes niveles de maduración e integración en las empresas, dice Del Alcázar, es innegable que el consumo mediante canales digitales es muy superior a lo registrado antes de la pandemia. El incremento de comercio electrónico, entre el 2019 y 2020, superó el 54%. Por otro lado, cada vez más personas se bancarizan, lo que permite más pagos con transferencias o tarjetas.

Los sectores que más usaron los canales digitales son las entidades financieras, medios de pago, educación, entretenimiento, supermercados, restaurantes, salud y farmacias. Del Alcázar dice que el resultado que obtengan las firmas dependerá de ellos mismos, porque los clientes van a donde les ofrezcan precios, descuentos, facilidad de pago, calidad...

La adaptación, clave para que las empresas sigan operativas

La resiliencia ha sido un eje fundamental para la reactivación de las empresas en pandemia. Así lo comentan organizaciones de diferentes actividades productivas del país.

En compañías de sectores como el asegurador, entre las que está Seguros Confianza, se mantuvo la operación pese a las circunstancias por contar desde antes de la pandemia con un plan de contingencia ante riesgos o emergencias, que daba los lineamientos para una operación remota.

Teresa Peña, presidenta ejecutiva de la firma, explica que estuvieron listos para actuar en un momento que nadie esperaba. “Teníamos que seguir operando porque había segmentos de la economía que no estaban paralizados (...) la palabra resiliencia es cómo enfrentas la adversidad y cómo te repones. Yo diría que nuestra mejor manera de hacerlo fue haber tenido un plan”.

Además, la aseguradora impulsó su gestión electrónica, permitió que los beneficiarios digitales chequeen a través de la web las pólizas y vean que estaban con cobertura, entre otras medidas.

En este año y cuatro meses tras la pandemia, también ha apostado por cumplir con sus empleados, por reorganizaciones internas y apoyo a la sociedad. En el primer caso nunca se hizo un recorte salarial ni de personal; en el segundo, se elaboró un nuevo presupuesto acorde con el escenario que se vivía y en el tercero se pagó puntualmente a corredores de seguros, se generó un seguro de crédito para clientes e hizo donaciones para el plan de vacunación.

Por otro lado, firmas más pequeñas también han aplicado estrategias de resiliencia y solidaridad corporativa. La micro el Palacio del Jugo, por ejemplo, cambió su modelo de comercialización en restaurante - hueca y comenzó a usar el servicio de delivery a través de plataformas (representa el 15% de sus ventas actuales) y aprovechó el manejo de redes sociales ,que para entonces ya tenía.

También realizó inversiones, como la de una máquina de USD 2 500 para cubrir los envases de jugos que enviaba a domicilio. Asimismo, se proveyó de nuevos empaques, que se adaptaran a la forma de despachar productos.

Juan Carlos Miranda, cofundador de este negocio, explica que la situación tras la pandemia fue dura, pero ahora ha logrado mejorar. Las ventas actuales son el 60% del total previo a la pandemia. “Nos hemos mantenido, lo que es importante. Estamos ahora viendo los frutos de habernos aguantado, ser resilientes y no cerrar”.

Este negocio opera con seis de los 12 empleados que tenía antes. Espera recuperarse más para contratar otras personas en el futuro.

Además, ha tenido que elaborar algunos de sus propios productos como bolones y humitas, los cuales antes compraba; con maquinaria nueva y apoyo de familiares ha logrado este proceso. Por otro lado, sus proveedores le apoyaron, incluso con más tiempo para el pago de sus compras.

La solidaridad se ha visto también en estrategias desarrolladas por gremios como la Corporación Ecuatoriana de Franquicias y Marcas. Esta creó un nuevo negocio denominado Cero Resaca, que arma, empaca al vacío y congela, en su planta de producción, insumos listos para usar por marisquerías que tienen franquicias en la ciudad (salsas, bases para preparaciones, proteínas).

Esto permitió generar 10 fuentes de trabajo, principalmente para gente que no había podido encontrar hace tiempo. Asimismo, impulsar a su cadena productiva.

Mientras que en la firma El Ordeño se aplicaron políticas como la de seguir comprando materia prima a los productores, pese al impacto de la pandemia en el mercado. A su vez, ellos adaptaron sus protocolos para seguir operando.

Además, la empresa impulsó un proyecto con marcas de consumo masivo para llegar a tiendas. Asimismo, hubo un fuerte trabajo con las cadenas de supermercados.

Un hito para la reactivación del sector lechero, indica, ha sido el impulso de la vacunación para productores, proveedores, colaboradores y comunidad en general. Creó brigadas y ha inoculado a más de 7 000 personas en el cantón Cayambe, en las parroquias de Olmedo y Ayora, y en la provincia de Cotopaxi (zonas cercanas a sus centros de acopio de leche).