La planta de la empresa textil La Esperanza está ubicada en el norte de Quito. Actualmente esta empresa, con 18 años de trabajo, cuenta con 130 colaboradores. Foto: Valeria Heredia  /LÍDERES

La planta de la empresa textil La Esperanza está ubicada en el norte de Quito. Actualmente esta empresa, con 18 años de trabajo, cuenta con 130 colaboradores. Foto: Valeria Heredia / LÍDERES

En el sector textil, el 85% de los actores son pymes

5 de diciembre de 2016 16:28

El 2016 no ha sido un año fácil para la industria textil. La caída en el consumo afectó directamente a esta industria. Por eso, las pymes del sector buscan adaptarse con estrategias y promociones para recuperar las ventas en medio de un año complejo.

Javier Díaz, presidente de la Asociación de Industriales Textiles del Ecuador (AITE), señala que las ventas se han reducido en un 30%, comparado con el año pasado. Mientras que la producción se reducirá en un 6%. Todo esto, según Díaz, impacta directamente en el empleo.

El sector textil movió USD 700 millones en el 2015, según el titular del gremio. Para este año esperan que las ventas lleguen a unos USD 550 millones.

Díaz sostiene que las pymes representan el 85% del sector y por ende han sido las más afectadas del período recesivo. En el 2015, según cifras de la AITE, se registraron unas 4 500 unidades productivas del sector textil.

Una de las consecuencias de la situación económica del país ha sido que varios de los negocios, sostiene Díaz, vayan a la informalidad para poder subsistir.

Juan Almeida, gerente propietario de las cadenas de almacenes El Ahorro, sostiene que el reto del sector textil -que incluye también comercio- es aplicar estrategias que permitan el aumento de ventas. La idea, por ejemplo, es ofrecer productos de calidad a menor costo, porque el ecuatoriano ahora decide su compra por el precio.

En El Ahorro, pese a que el número de clientes aumentó, la capacidad de compra de los mismos disminuyó. Lo que evidenció que los ciudadanos ahora adquieren menos productos y aprovechan descuentos o promociones.

Elena Izurieta, propietaria de La Esperanza
, relata que este año fue complicado, porque no se cumplieron algunas metas que se propusieron en este año. “Nos planteamos llegar a los tres millones y medio de ventas, sin embargo vemos que alcanzaremos unos tres millones”.

Esta realidad les obligó a desvincular a unas 30 personas de sus puestos de trabajo para evitar pérdidas mayores en la empresa.

La decisión fue difícil, porque se trata de familias completas que ­salen de esta empresa, especializada en ropa infantil.

Pese a esto la propietaria, junto a su familia, ha ideado estrategias para evitar más salidas de su personal. Por ejemplo, buscan nuevas tendencias de moda, variedad y color para enganchar a más clientes y que las ventas mejoren.

Pero para el sector también se vislumbran nuevos retos. Con el acuerdo comercial con la Unión Europea (UE), Díaz sostiene que se abren oportunidades para los pequeños comerciantes, sobre todo, para los que se especializan en la producción de artesanías.

Pro Ecuador sostiene que los textiles ecuatorianos poseen una relevante participación en mercados internacionales con confecciones de prendas de vestir, lencería para hogar, hoteles y restaurantes, que se encuentran inmersas en procesos de internacionalización.
La industria textil, según Pro Ecuador, cuenta con certificaciones ISO 9000, confecciones de tejido orgánico y poseen certificación de Comercio Justo.

Uno de los principales mercados del sector era Colombia, sostiene Díaz. No obstante, debido a la apreciación del dólar frente al peso colombiano, los precios de los productos ecuatorianos perdieron competitividad.

La historia de la producción textil en el Ecuador, según información de Pro Ecuador, inició su desarrollo con la aparición de las primeras industrias dedicadas al procesamiento de lana, hasta que a inicios del siglo XX se introdujo el algodón, que impulsó la producción hasta la década de 1950.

Actualmente, la industria textil elabora productos provenientes de todo tipo de fibras, entre las que se encuentra el algodón, poliéster, nailon, lana y seda.

Las empresas de textiles del país, según la entidad gubernamental, se ubican en parques industriales para optimizar sus recursos e implementar procesos de mejora ambiental.

Algunos datos

Ubicación. Las empresas dedicadas a la actividad textil en el país se encuentran ubicadas en diferentes provincias, siendo Pichincha, Guayas, Azuay, Tungurahua e Imbabura las de mayor producción, seguidas de Chimborazo, Cotopaxi, El Oro y Manabí, con menor actividad pero igual de importante en el peso total del sector.

Mercados. Los países más desarrollados concentran el mayor porcentaje de consumo textil, como es el caso de Estados Unidos, Japón y la Unión Europea que abarcan el 40% del consumo mundial de textiles, consumo que está ligado a factores como el nivel per cápita, sexo o edad.

Innovación. En cuanto a innovación, existe una nueva tendencia de reciclaje textil para utilizar fibras, prendas u otros materiales para su reprocesamiento y obtención de un producto nuevo. En Ecuador hay casos de innovación en el sector textil.