Vanesa Zavala, propietaria de Cangrejadas del Guayas, diseñó una receta especial, basada en el cangrejo rojo. Foto: Juan Carlos Pérez/ para LÍDERES

Vanesa Zavala, propietaria de Cangrejadas del Guayas, diseñó una receta especial, basada en el cangrejo rojo. Foto: Juan Carlos Pérez/ para LÍDERES

La sopa dio un giro al menú de cangrejo

18 de julio de 2018 08:23

El producto estrella del establecimiento ya se preparaba en las reuniones familiares de los fines de semana y entonces nadie soñaba que años después sería el plato más solicitado por fuera del hogar.

Se trata de la sopa de cangrejo, que luego de la cocción se presenta un poco espesa y con una apariencia de color mostaza, en su capa superior. Una vez que se la sirve, emana un humeante olor a coco, a crema de leche y a maní.

Estos son, entre otros, los ingredientes con el que el emprendimiento Cangrejadas del Guayas, en Santo Domingo de los Tsáchilas, convirtió a la sopa del crustáceo en el favorito de la clientela. Los comensales se la sirven en un plato separado, pero siempre acompañada del cangrejo.

Corría el año 2013 y a la par de los inicios del emprendimiento, la sopa escalaba como una novedad gastronómica en la provincia.

Vanesa Zavala, la propietaria del local, dice que esa presentación rompió la forma tradicional de degustar el cangrejo, pues en aquel tiempo simplemente se servía el producto sin agregados. Cuando instaló Cangrejadas del Guayas, en la avenida Tsáfiqui y Río Toachi, no dudó en la aceptación del público. Ya había pasado por el filtro más ‘difícil’, el de Cecilia Zavala, de quien Vanesa, su sobrina, aprendió la receta.

Las imágenes de los comensales sumergiendo las tenazas y el caparazón del crustáceo, dentro de la sopa, se esparcieron rápidamente a través de comentarios.

La quiteña Romina López cuenta que la pulpa fusionada con la sopa le dan un sabor más agradable al cangrejo. Ella es clienta desde los comienzos de Cangrejadas del Guayas. Prueba el plato estrella cada vez que viaja a vacacionar a la Costa.

El local comenzó en un espacio de 6 por 5 m2 y con unas 8 mesas. El sábado y domingo no se daba abasto, por lo que se debían colocar hasta cinco adicionales que se acomodaban en la vereda. Ahora el establecimiento tiene más amplitud, con un área 15 x 10 m2 y con capacidad para 20 mesas. Pero la propietaria de las Cangrejadas del Guayas, que había puesto en marcha una inversión de USD 10 000 para iniciar su negocio, estaba interesada en seguir posicionando al establecimiento.

Comprendió, con el paso de las semanas, que la clave es preparar cada plato con productos frescos y al momento. También probó con nuevos productos, por lo que el menú se amplío con camarones reventados, conchas asadas, filete de pescado y en menor medida el pescado frito.

La oferta de platos en la actualidad se incrementó a 30 e incluyen nuevas ideas como la parrillada de marisco y el ceviche de cangrejo. Esa apuesta significó un incremento de clientes, pues de 40 que llegaban en un día, ahora son 100. Cangrejadas del Guayas registra una facturación mensual de USD 20 000.

Sus clientes no solo son de la provincia Tsáchila, pues también llegan desde Guayas, Pichincha y otros sitios de la Sierra.

Por este incremento de usuarios, la marca tuvo que ampliarse a otro sitio de Santo Domingo.
Hace un año abrió otro local en la parte posterior del terminal terrestre, para acoger a los clientes de otras partes del país.

Cangrejadas del Guayas tiene su nombre debido a que su principal producto proviene de esa provincia. Cada mes, se solicitan a los proveedores del Guayas unos 100 canastos de cangrejo con 35 unidades cada uno.

Pamela Zavala, quien se encarga de las cobranzas, cuenta que en los tiempos de la veda del producto, entre el 1 y 31 de marzo, solo ponen en stock los platos con otras variedades de mariscos.