El modelo estudiar-trabajar-jubilarse puede ser una limitante en el mundo de hoy. Cuatro acciones permitirán un cambio significativo. Foto: AFP

El modelo estudiar-trabajar-jubilarse puede ser una limitante en el mundo de hoy. Cuatro acciones permitirán un cambio significativo. Foto: AFP

¿Es hora de abandonar el viejo modelo laboral?

4 de septiembre de 2019 09:49

Japón tiene al trabajo como una prioridad. La administración de Abe ha realizado variados esfuerzos desde el aspecto político, que incluyen un aumento en el presupuesto para las guarderías infantiles. Se instalaron lemas como “reforma para el estilo de trabajo” y “un mismo salario por el mismo trabajo” que apuntaban a la cultura de largas horas de trabajo y a la distinción entre empleados “permanentes” y “no permanentes”.

Sin embargo, los desafíos siguen siendo urgentes, especialmente en el contexto más amplio del envejecimiento rápido y el descenso constante en la población activa. Se necesita tener una visión a largo plazo al considerar el impacto sistemático de la Cuarta Revolución Industrial sobre el empleo, ya que las tecnologías como la robótica y la IA cambian la naturaleza del trabajo tanto para hombres como para mujeres.

Propongo un cambio del modelo rígido y anticuado que divide la vida en tres etapas: educación, trabajo y jubilación, para tomar un enfoque mucho más flexible y adaptable. En vez de saltar pasivamente de una etapa a la otra, las personas deberían poder decidir activamente cuándo y cómo unirse al mercado laboral.

El sistema corporativo de recursos humanos, el sistema de seguridad social del Gobierno y las pólizas de seguro se basan en el estilo de vida de estudiar-trabajar-jubilarse, y representa una barrera importante para cualquier desviación de la ley.

Aunque Japón no es el único país con esta idea, es único en el sentido de que cada etapa está dividida en etapas más pequeñas y son sumamente rígidas. Comienza en una temprana edad.

Después de la preparatoria, se debe ir a la universidad. Después de la universidad, se espera conseguir un puesto en “la empresa”. La contratación aún se realiza en cierta época del año y si no se puede encontrar el trabajo “correcto” (un puesto de tiempo completo en una empresa estable), es considerado un “fracasado” y será difícil recuperar su condenada carrera.

Una vez que se comienza a trabajar en una empresa, se debe seguir un trayecto fijo con los compañeros, y hay pocas vías rápidas disponibles. Debido a que el mercado no está bien desarrollado, muchas personas que trabajan para las grandes empresas bien establecidas probablemente permanezcan allí hasta que se jubilen.

La edad jubilatoria se extendió de los 60 a los 65 años, en parte porque el sistema de pensiones está prácticamente en bancarrota y la expectativa de vida es muy alta, hasta los 83 años. Pero hay una falta de iniciativa para seguir capacitando a los trabajadores mayores y ayudarlos a vivir bien.

El modelo rígido de tres etapas no logra aprovechar el camino abierto por la tecnología para formas de trabajo más flexibles, que ayudaría a las personas a lograr un mejor equilibrio en sus vidas laborales y manejar sus responsabilidades asistenciales.

Hay cuatro cosas que se pueden hacer para cambiar:

Uso de la tecnología


La tecnología le permite a las personas trabajar en cualquier lugar y en cualquier momento. En vez de ir a la oficina en un horario específico, en trenes atestados de personas y permanecer largas horas trabajando frente al jefe, los padres pueden tomarse un tiempo para ocuparse de sus hijos y/o los miembros mayores de la familia. Hace bastante tiempo que la tecnología permite que esto sea posible, ahora necesitamos un cambio en la cultura del trabajo.

Nuevas habilidades

Cuando se adopta un estilo de trabajo flexible, los individuos, independientemente de la edad, el género y la experiencia, pueden seguir aprendiendo nuevas habilidades y adquirir conocimiento cuando lo necesiten. Pueden aplicar estas habilidades a proyectos ofrecidos por empresas, en lugar de seguir los rígidos trabajos de tiempo completo. Pueden utilizar la experiencia que han adquirido luego de varios proyectos, sin tener que encontrar un único trabajo “correcto”.

Contratación flexible

Las empresas pueden beneficiarse con este ecosistema al contratar personas con habilidades y conocimientos que necesitan para ciertos proyectos en un mercado mucho más grande, a nivel global, sin preocuparse por compromisos a largo plazo con empleados de tiempo completo.

Prueba y error

El cambio a este nivel requiere una serie de experimentos y un enfoque de prueba y error. Las empresas necesitan desarrollar la capacidad de definir tareas y proyectos, y evaluar el resultado según su propio criterio. Los individuos necesitan aprender cómo manejar su tiempo y cultivar la autodisciplina para entregar los trabajos a tiempo. El contacto personal, fundamental para el desarrollo de ideas y prototipos, puede ser planeado desde la casa.