Los socios, Bruno Carrera (izq.) y Cristián Crespo, en el área de producción de la empresa. La firma se inauguró en enero.
Giovanni Astudillo Redacción Cuenca /LÍDERES
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Tarpuq pionero de la electrónica en la comunidad Andina

Es la primera fábrica de su tipo en la Comunidad Andina y uno de sus principales objetivos es sembrar la tecnología en el país. De allí surge su nombre Tarpuq, que está relacionado con la palabra kichwa tarpuc, que significa sembrador.

Con una inversión inicial de USD 7 millones, esta compañía cuencana que produce tarjetas electrónicas se inauguró el pasado 15 de enero. Se trata de una inversión de tres grupos económicos, que recibieron el apoyo de la Corporación Financiera Nacional (CFN).

Los primeros clientes son las ensambladoras de celulares, televisores y radios para vehículos del Austro. Según uno de los socios, Bruno Carrera, son productos con un alto volumen de ensamblaje en el Ecuador y que enfrentan restricciones de importaciones, por esa razón "esta iniciativa les favorece".

Hace año y medio surgió este proyecto, que busca agregar un mayor componente ecuatoriano a los productos electrónicos, señala otro de los socios, Cristian Crespo. "Sabíamos que el cerebro o placa agrega entre 30 a 60% del costo, pero la inversión de la maquinaria y el conocimiento era muy alto para poder amortizar en un solo producto. Por ello, tres grupos industriales cuencanos decidieron invertir".

Según él, esa decisión estuvo de la mano con la política gubernamental de cambiar la matriz productiva y fortalecimiento a la industria nacional y "de apoyar este tipo de iniciativas".

Los 40 empleados estrenaron un galpón con diseño que fusiona el estilo arquitectónico contemporáneo con las necesidades productivas. Está ubicado en la parroquia Challuabamba, al norte de la capital azuaya. En el área de producción, los ingenieros y técnicos utilizan batas, gorros… y se colocan una suerte de tacones que les permiten descargar todo el tiempo la energía estática que generan.

"El cuerpo puede generar electricidad y que a su vez puede quemar el cerebro (electrónico)", dice Crespo. Se instalaron dos líneas de producción: la SMT y la T/H. La primera sirve para el montaje superficial de componentes electrónicos pequeños o microscópicos y son soldados en la parte de arriba. Son tarjetas para el funcionamiento de celulares o televisores, señala Carrera.

De todos los equipos se destaca uno de tecnología japonesa, que tiene una capacidad para producir hasta 7 000 tarjetas en dos turnos diarios. Coloca más de 126 000 componentes por hora, unos más pequeños que un grano de arena, señala Crespo. "Estamos hablando de nanotecnología, con lo que se puede producir para todos los smarthphones que existen en el mercado".

La línea T/H es conocida como de agujeros-pasantes. Son componentes más grandes que se colocan en la parte superior de la tarjeta, pero son soldados en la zona posterior. Este tipo de tecnología es usada para tarjetas para las cocinas de inducción, por ejemplo.

La segunda fase del proyecto está en la mira y se prevé que funcionará desde mediados de año. También se producirán tarjetas electrónicas, pero en menor volumen para los clientes que demanden menos cantidades. Serán para motocicletas, automotores, cocinas de inducción...

La producción de Tarpuq no solo genera un ahorro de divisas sino ofrece transferencia tecnológica, señala Crespo. "La idea es evitar la fuga de cerebros y los ingenieros podrán diseñar sus creaciones y plasmarlas con nuestra ayuda".

Inversión y proyectos

Los recursos. La Corporación Nacional de Fomento entregó USD 1,3 millones para la adquisición de los equipos.

Los proyectos. En el largo plazo se piensa fabricar la materia prima de las tarjetas, que son las fibras de plástico donde se montan los componentes.

El insignia

Pablo Tamariz, Gerente de la empresa cuencana Tarpug

Es un hito en el ámbito tecnológico del Ecuador, porque será un facilitador no solo para dar valor agregado nacional a productos que ya se fabrican o se ensamblaban en el país como televisores, radios o celulares sino que aparecerán alternativas locales.

Me refiero a ingenieros electrónicos o de software que quieran desarrollar su propia tecnología y que no lo podían hacer por la falta de una empresa de este tipo en el Ecuador. Estoy involucrado en este tema desde hace unos 15 años y es muy complicado. Tarpuq beneficiará a firmas pequeñas o universidades.

La oferta es grande, porque todos los productos electrónicos tiene una tarjeta. En Sudamérica solo hay firmas de este tipo en Argentina y Brasil.

"La presencia de Tarpuq en ecuador beneficiará   a las empresas pequeñas y a las universidades".