María Calazacón es una de las vendedoras del mercado tsáchila, ubicado en el centro de Santo Domingo. Foto: Juan Carlos Pérez para LÍDERES

María Calazacón es una de las vendedoras del mercado tsáchila, ubicado en el centro de Santo Domingo. Foto: Juan Carlos Pérez para LÍDERES

Los tsáchilas venden sus productos en un mercado

10 de julio de 2018 10:20

En el centro de Santo Domingo se fundó un mercado para que los tsáchilas pudieran vender los productos que siembran y cosechan en sus comunas.

Hace 15 años, los vecinos de la urbanización Albarracín decidieron donarles un espacio a los tsáchilas para que instalaran un mercado artesanal y productivo.

María Calazacón recuerda que esa decisión se tomó, luego de que un grupo de tsáchilas le contara a los vecinos las dificultades que tenían para comercializar sus productos en los mercados.

Una de las razones era que debían pagar un arriendo para poder vender en los mercados y un vehículo para que los transportara desde las comunas hasta la ciudad con sus productos. “No era rentable porque teníamos poca producción y no nos quedaba nada para nosotros”.

En ese terreno, construyeron pequeñas cabañas con materiales como el pambil y la caña guadúa, que obtuvieron de los bosques nativos. Ahí, 32 tsáchilas exhiben de lunes a domingo productos como la piña, plátano, papaya, naranjas, entre otras, que se dan en las parcelas tsáchilas.

Cada tsáchila invirtió alrededor de USD 50, para acondicionar el terreno para construir las cabañas y recibir a los clientes. Además hicieron estanterías y sillas de madera para acomodar productos.

Entre los frutos más comercializados están el plátano, las naranjas y la piña. Esos productos son comprados por dueños de los restaurantes aledaños al mercado. “Solo nos pitan y ya sabemos que vienen a comprarnos y le llevamos las frutas”, dice Calazacón.

Las artesanas también venden collares, pulseras, faldas típicas y artículos de madera para el hogar.

Los tsáchilas reciben alrededor de 60 clientes semanales en el mercado. La mayoría son vecinos de la urbanización, aunque también llegan personas de otros lugares para buscar productos orgánicos.

Uno de los clientes es Miguel Flores. Él señala que los productos tsáchilas aún se cosechan con las técnicas ancestrales y que por ello no contienen químicos. “El sabor es diferente, más natural”.

Además son alimentos económicos. Los tsáchilas ofrecen piñas desde USD 0,50 y racimos de verde desde USD 3.

El Ministerio de Agricultura y Ganadería les ayudará a organizar una feria artesanal y productiva cada jueves para atraer a más clientes. La semana anterior se realizó la primera feria con la que se re inauguró el mercado.

Miguel Aguavil, presidente de la Asociación de Tsáchilas, afirma que a diario se seguirá atendiendo a los clientes. Pero que el jueves habrá más variedad de productos.

Susana Aguavil, de la comuna Colorados del Búa, afirma que para economizar USD 20 diario que cuesta un vehículo para transportar los productos desde la comuna hasta el mercado, ella solo saldrá los jueves a vender sus productos en la feria. “Hay días que se vende poco (USD 10). Pero en la primera feria vendimos más de USD 100 en frutas”, asegura.

María Calazacón, de la comuna Chigüilpe, en cambio, venderá a diario debido a que en su cabaña puede almacenar los productos y por eso solo ocupa un vehículo semanalmente, por el que paga USD 10.

Según el gobernador tsáchila, Javier Aguavil, se trabajará en la promoción de la feria. Se hará a través de la radio comunitaria tsáchila Sonba Pamin. También harán la invitación a través de las redes sociales.

A esa iniciativa de la feria también se unirán los tsáchilas que realizan remedios naturales y artesanías como collares y pulseras para evitar las malas energías.