Las islas Galápagos son uno de los sitios de la región andina que más se visitan. Foto: Archivo / EL COMERCIO

Las islas Galápagos son uno de los sitios de la región andina que más se visitan. Foto: Archivo / EL COMERCIO

El turismo en la región andina tiene un alto potencial para impulsar la economía y el empleo: OIT

27 de septiembre de 2018 19:13

Uno de cada 10 puestos de trabajo aporta el turismo al mundo, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Este 27 de septiembre del 2018 se celebra el día del turismo y el organismo asegura que el sector tiene un alto potencial para el desarrollo socioeconómico inclusivo y para la generación de empleo de calidad, principalmente de jóvenes y mujeres.

Las llegadas de turistas internacionales a diferentes países del mundo registraron un aumento del 7% en 2017, hasta alcanzar un total de 1322 millones, según el último Barómetro OMT del Turismo Mundial. La región andina recibió unos 14 millones de visitantes extranjeros al año.

Pese a que la cifra es pequeña, solo revela la potencialidad que tiene la región para crecer en esta área y generar más fuentes de trabajo. Esto debido a su alta diversidad (cultural, geográfica, gastronómica, etc.) y en un momento histórico de relativa estabilidad social y económica.

“En este contexto, y aunque el turista todavía tiende a enfocarse en atractivos tradicionales como Cusco, Cartagena o las islas Galápagos, urge explorar mejor la diversidad de los países andinos, que cuentan con variedad de paisajes, culturas, climas, arquitectura, etc”, dice John Bliek, especialista en empresas, cooperativas y desarrollo rural de la oficina de la OIT para los países andinos.

En el turismo mundial, existe una tendencia creciente por preferir destinos turísticos novedosos, que le ofrezcan al viajero experiencias auténticas pero que, al mismo tiempo, le garanticen condiciones adecuadas de servicio y seguridad. En los países andinos todavía resulta complicado identificar y posicionar lugares turísticos que cumplan con estos criterios de novedad, calidad y seguridad, particularmente en las zonas de menor desarrollo, como las rurales.

Para avanzar y desarrollar este sector de forma plena, hay que afrontar varios problemas como la baja atracción de inversiones locales e internacionales, la percepción de inseguridad, la readecuación de la infraestructura, el desarrollo del capital humano, la falta de organización empresarial, la informalidad, etc.

Con relación a este último punto, la OIT asegura que en América Latina 140 millones de personas trabajan en esta condición, es decir, más de la mitad de la fuerza laboral total.

Se trata de trabajadores que no están cubiertos por la legislación laboral y, por lo tanto, no están protegidos en materia de empleo ni cotizan a la seguridad social; tienen, en su mayoría, trabajos de baja productividad y, en consecuencia, sus ingresos son bajos.

Además, un promedio de 60 % - 70% de las empresas en la región andina operan en la informalidad.

El sector turismo no es ajeno a esto. En la región de Cusco (Perú), por ejemplo, el 37% de los 1700 operadores de turismo es informal

Por otro lado, la falta de organización en el sector es también un obstáculo importante para garantizar un crecimiento sostenible. Bliek propone que este sector trabaje en tres niveles: cadenas turísticas (vinculando guías, hoteles, transportistas, etc.); fortaleciendo la coordinación público - privada y promoviendo la organización sectorial de oferentes de servicios turísticos, reflejada en asociaciones y cooperativas sólidas.