Los socios se acercaron a las agencias para retirar el dinero de sus ahorros y pólizas. Foto: Tomada de Pixabay.

Los prestamistas informales también suelen disfrazarse de entidades que se dedican a la entrega de financiamiento. Foto: Tomada de Pixabay.

La usura, la tentación del dinero ‘fácil’

24 de junio de 2019 09:09

Obtener un crédito a través de la usura puede llevar a una persona a perder todo lo que tiene. En ciertos casos, su vida y la de su familia corren peligro.

Para quien no está familiarizado con este término se trata del llamado ‘chulco’. El artículo 309 del Código Orgánico Integral Penal determina que esta figura se genera cuando una persona otorga un préstamo, directa o indirectamente, con un interés mayor que el permitido por la Ley.

Según el Banco Central del Ecuador (BCE), la tasa efectiva máxima para un crédito de consumo ordinario es de 17,30% anual. Sin embargo, los usureros suelen cobrar intereses más elevados.

“Pueden ser superiores al 10% mensual o incluso llegan al 5% diario. Es decir, si por ejemplo, una persona pide un crédito de USD 10 000, con una tasa del 20%, al mes ya debe pagar USD 12 000 y, al año, puede estar pagando más de USD 24 000 por los intereses”, explica el portal de educación financiera Tusfinanzas.ec.

El problema de pedir prestado al ‘chulco’ no solo está relacionado con la cantidad de dinero a pagar, sino con las prácticas poco convencionales de cobranza de aquellos dedicados a esta actividad delictiva. Para prestar el dinero suelen solicitar a la gente la entrega de muebles, electrodomésticos o joyas como prenda.

Según la web del Ministerio del Interior, los usureros ofrecen créditos a dueños de locales o gente con deudas. El cobro suelen hacerlo en moto puerta a puerta; como antes del desembolso se exige a las personas la firma de letras en blanco pueden, en algún momento, demandar al deudor y quitarle sus bienes.

Bertha Romero, especialista en finanzas personales del programa de educación Tus Finanzas, aconseja no dejarse tentar por ofertas de dinero rápido y aparentemente fácil. Cuando la persona se demora o no puede pagar, corre el riesgo de perder dinero y propiedades.

Si alguien ya solicitó el dinero a los prestamistas informales “la salida más fácil es hacer el pago lo más pronto posible (...) es recomendable acudir a una institución financiera en la que las personas pueden escoger el crédito que mejor se ajuste a su circunstancia y necesidades, y con mejores tasas de interés. Adicionalmente, se aseguran un contrato legal en el que la entidad financiera se compromete a prestar el dinero bajo ciertas condiciones y tienen regulado el esquema de los pagos”, dice la experta.

Eduardo (nombre protegido) sabe de las dificultades que genera pedir prestado a los informales. Evita decir el monto que solicitó pero asegura que, debido a los intereses, le tocó pagar más de USD 600. Ante las presiones de los cobradores tuvo que pedir dinero a diferentes miembros de su familia para completar lo adeudado y salir definitivamente de la situación.

Los prestamistas informales también suelen disfrazarse de entidades que se dedican a la entrega de financiamiento. La Superintendencia de Bancos, en su página web, advierte que existen empresas o instituciones que a través de mecanismos como correos electrónicos, páginas web, hojas, volantes, etc., gestionan y comercializan productos crediticios, de inversión, entre otros.

En www.superbancos.gob.ec se puede ver un listado de entidades no autorizadas para operar en el país. Ninguna persona natural o jurídica que no forme parte del sector financiero nacional puede otorgar créditos, según el Código Monetario y Financiero.