Una vista panorámica de la planta de producción de General Motors en Ecuador. Esta empresa tiene el 71,4% del mercado de venta de autos ensamblados en Ecuador, según Cinae. Foto: Cortesía General Motors

Una vista panorámica de la planta de producción de General Motors en Ecuador. Esta empresa tiene el 71,4% del mercado de venta de autos ensamblados en Ecuador, según Cinae. Foto: Cortesía General Motors

7 de cada 10 vehículos vendidos en el 2018 son importados

29 de mayo de 2018 08:54

El ingreso de vehículos fabricados en el exterior, con condiciones de acceso preferenciales, ha generado un cambio en el mercado nacional durante el último año. Un informe de la Cámara de la Industria Automotriz del Ecuador (Cinae) revela la comercialización de unidades ensambladas localmente pasó del 53% en el 2016 al 38,9% en el 2017.

Para abril del 2018, la cifra es menor al 30%. Esto significa que 7 de cada 10 vehículos vendidos en abril son importados; la tendencia se mantiene desde diciembre del 2017, según datos de Cinae y la Asociación de Empresas Automotrices del Ecuador (Aeade).

Los autos importados de destinos con los que Ecuador tiene acuerdos comerciales, conforme más reducen el porcentaje de aranceles que deben pagar para entrar al país se vuelven más competitivos y despiertan mayor interés entre los compradores.

En el primer caso están las unidades que vienen de la Unión Europea (UE), cuya participación en el mercado incrementó en 3,6 puntos porcentuales entre abril del 2017 y el del 2018. Tras dos desgravaciones pagan el 25% de arancel y para 2020 será el 15%, es decir, el mismo porcentaje que ahora pagan las ensambladoras nacionales por traer partes y piezas para armar autos.

En el segundo grupo están los autos colombianos, cuya participación subió 2,2 puntos.
El sector ensamblador también analiza qué impactos podría tener en la industria el ingreso de autos extranjeros, de concretarse un acuerdo comercial con Corea del Sur o con la Alianza del Pacífico (México, uno de sus integrantes, está entre los mayores exportadores de vehículos del mundo).

David Molina, director de Cinae, asegura que el gremio no está en contra de los convenios. Él pide a las autoridades definir una política industrial para el sector. Desde octubre del 2017 está vigente el Acuerdo Ministerial 131, que establece que, hasta abril del 2019, todos los modelos que se ensamblen en el país deberán tener mínimo 16% de partes y piezas nacionales. A partir de ese tiempo tendrán 18 meses más para que lleguen al 19% de incorporación. 

Si bien esto impulsa a la cadena productiva del sector, que incluye autopartistas, accesoristas, etc., no es suficiente cuando se tiene que competir con productos extranjeros que tienen menos costos de producción en sus país y aranceles bajos o nulos.

La principal solución, a decir de Molina, es la aplicación de una tabla de desgravación arancelaria que establezca que mientras más componente local tiene una unidad, menor será el arancel a pagar. El objetivo es, a mediano plazo, alcanzar un 30% de incorporación.

Eso, según Cinae, les permitiría competir de igual a igual con los autos importados.
Aunque la aprobación de la tabla está en manos del Comité de Comercio Exterior, la Ley de Reactivación Económica dispuso un ajuste al Código de Planificación y Finanzas Públicas que establece que cualquier decisión de un órgano colegiado que implique renuncia a ingresos contemplados en el Presupuesto General del Estado necesita la aprobación del Ministerio de Finanzas.

Cinae está a la espera de la respuesta que dé la Cartera de Estado, que pasó a manos de Richard Martínez hace dos semanas. El sacrificio fiscal por la aplicación de la tabla sería de alrededor de USD 9 millones anuales.

La aplicación de la política industrial con la incorporación de la tabla permitirá, de acuerdo con el gremio, que la participación de los autos ensamblados en Ecuador pase al 44,5% en cinco años.

Asimismo, espera que se recuperen las plazas de empleo que se redujeron durante los últimos dos años. En el 2016 existían alrededor de 8 500 personas trabajando de manera directa en el sector, pero ahora son solo 6 500. Además, la idea es producir más. Ahora, empresas autopartistas, como Metalcar, apenas laboran en un turno, cuando tienen capacidad de contar con tres de ellos.

Los automotores chinos ganan mercado

En el mercado ecuatoriano se cuentan al menos siete marcas de vehículos chinos, según los datos de gremios automotrices. Foto: Archivo / LÍDERES

En el mercado ecuatoriano se cuentan al menos siete marcas de vehículos chinos, según los datos de gremios automotrices. Foto: Archivo / LÍDERES

La tendencia global muestra que China se está convirtiendo en el mayor protagonista de la industria automotriz. Y Ecuador no escapa al dinamismo de las empresas automotrices del gigante asiático, hoy en día, la segunda economía del planeta.

Las estadísticas dejan ver cómo los vehículos chinos ganan mercado con un ritmo sostenido. En el período enero-abril del 2017 se comercializaron 1 842 vehículos chinos, esto representó el 6,8% del mercado.

En el mismo período del 2018 se vendieron 4 828 vehículos de origen chino, lo que les permitió alcanzar el 11,1% del mercado, según datos de la Asociación de Empresas Automotrices del Ecuador (Aeade).

De esta manera, en los vehículos importados los autos chinos desplazaron a los colombianos y se ubican solo detrás de los surcoreanos. Hay que anotar que estos últimos perdieron mercado al comparar el primer cuatrimestre del 2017 y del 2018

El crecimiento de la industria china se dio desde inicios de este siglo. En el año 2000, ese mercado estaba en fase embrionaria, con poco más del 1% de las ventas mundiales de vehículos nuevos, según una nota de la agencia AFP, de finales de abril.

El año pasado, su participación aumentó hasta casi un 29% y crecerá a más de un tercio de las ventas en los próximos años, según datos del Center Automotive Research (CAR). En el mismo período, la parte de EE.UU. ha variado del 35% al 20%, con unas previsiones de 16% para 2025.

Con 28,9 millones de vehículos vendidos el año pasado y un crecimiento sostenido, China debería tener el mismo volumen que EE.UU. y la Unión Europea juntos.

Genaro Baldeón, presidente ejecutivo de la Aeade, comenta que la presencia china es muy significativa y su industria es muy competitiva en precios y tecnología. “Marcas europeas tienen su planta de producción en China. Además, uno puede encontrar marcas emblemáticas alemanas o japonesas con alianzas en China”.

El vocero del gremio añade que en los dos últimos años la participación china en el mercado nacional se evidenció con la eliminación de los cupos de importación, a partir de enero del 2017.

Pietro Pilo País, representante de Ciauto y Ambacar, habla del efecto China, tanto en el mercado mundial como en el país. Él asegura que en el gigante asiático se juega hoy el presente y el futuro de la industria automotriz a escala mundial. “El tamaño de ese mercado permite producir a precios más convenientes. Además, los costos se amortizan precisamente por el tamaño del mercado”.

Para Pilo País, el efecto China permite obtener vehículos en el país con buena tecnología y a mejores precios que las marcas tradicionales. “El efecto China sincera los precios de los vehículos”. Además, considera que los vehículos de ese origen seguirán ganando mercado en el país.

El mercado crece

Las ventas de vehículos continúan en recuperación en el país. Entre enero y abril del 2018 se vendieron 43 663 unidades, esto es un 62% más que en el mismo período del año anterior. Los datos confirman la tendencia que arrancó en el segundo semestre del 2017.

“Estamos a ritmos similares que los del 2013”, asegura Baldeón. El vocero de la Aeade añade que, en general, todo el mercado ha crecido, tanto para los vehículos ensamblados como los importados. “El ritmo de los ensamblados es menor, pero en volumen ambos crecen”.

En el 2018, la Aeade calcula que las ventas de vehículos en el país bordeará las 120 000 unidades, cifra superior a la del año pasado cuando (105 077 vehículos).

Baldeón considera que desde la eliminación de los cupos de importación existen mejores oportunidades para los vehículos extranjeros. “Hay más variedad, más competencia. Así se beneficia el consumidor y la industria que se obliga a competir y a planificar”.