Wanderbus durante una parada en el Parque Nacional Cotopaxi. Al fondo el volcán. Foto: Cortesía

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Redacción Quito
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En este viaje, el cliente fija el itinerario

19 de junio de 2018 10:38

Al milenial le gusta su independencia, incluso al viajar. Eso, precisamente, es lo que le ofrece Wanderbus.

Se trata de un emprendimiento a través del cual los visitantes recorren la Sierra y la Costa en un bus, pero tienen la libertad de quedarse en puntos determinados del recorrido por el tiempo que ellos decidan; cuando quieran continuarán el viaje en otro transporte de la empresa.

Cuatro socios, dos de los cuales ya tienen experiencia en el sector turístico, desarrollaron esta iniciativa: Nicolás y Christian Ponce, Dominic Hamilton y Cristina Guerrero. La idea arrancó de las experiencias de viaje de Nicolás Ponce, gerente del negocio.

Él se dio cuenta que la gente buscaba mayor libertad a la hora de recorrer lugares, escoger establecimientos, comer lo que desee con total seguridad y sin los itinerarios impuestos por las operadoras turísticas. Desarrolló un proyecto para satisfacer esa necesidad de los viajeros, que plasmó en su tesis de maestría sobre emprendimiento en Londres.

De vuelta a Quito decidió que esta idea se debía convertir en un negocio real y con una inversión de unos USD 200 000 lo inició.

¿Cómo funciona? El turista ingresa a www.wanderbusecuador.com; escoge una de las nueve rutas que ofrece la empresa, sea en la Costa o la Sierra o ambas; reserva fijando la fecha de salida y aborda el autobús.

Las unidades salen cada día y medio. Cada viaje dura un número de jornadas diferente, según los puntos por los que se avance; el viajero puede subir o bajar en cualquiera de las zonas geográficas que establecen los recorridos.

Entre la oferta está el llamado Wander pass, una travesía de Quito a Montañita. Si la persona decide hacer todo el viaje, conocerá destinos como Cotopaxi, Quilotoa, Baños, Guamote o el mercado de Riobamba, Ozogoche, el Parque Nacional El Cajas, una hacienda cacaoetera, Guayaquil hasta Montañita por siete días.

El tiempo de visita en cada parada varía y allí el turista puede comprar alimentos o recuerdos, según le convenga. En los sitios para el descanso, de igual forma, la persona escoge en qué hotel desea quedarse. No se ata al viajero.

Otra alternativa es que el cliente decida quedarse en alguna de las paradas por el tiempo que desee y luego retomar el viaje. Solo debe seleccionar el día que quiere volver, con base en las fechas en las que el bus pase por el sitio.

Por ejemplo, si alguien quiere quedarse con la comunidad en Ozogoche por una semana podrá volver al recorrido del bus en las fecha que se haya convenido.

Uno de los objetivos de este emprendimiento es generar encadenamientos productivos en el sector turístico, dice Nicolás Ponce. Se benefician de la llegada de los turistas las comunidades, restaurantes, artesanos, hoteles, entre otros de las localidades en las que para el bus en los viajes.

Holbach Muñetón, presidente de la Federación de Cámaras de Turismo del Ecuador, cree que este tipo de iniciativas son altamente positivas para la generación de fuentes de ingresos e impulsan la competencia en las diferentes localidades que ofrecen comida, artesanías, hospedaje, etc. “La gente conoce y decide luego regresar”.

Wanderbus espera un 80% de turistas internacionales y el resto locales. El pasado miércoles realizó su primer viaje con 16 pasajeros, acompañados por un guía.

Los turistas, dependiendo del tipo de recorrido, pagan desde USD 50 hasta 199. Si una persona decide quedarse en un punto y retomar luego el viaje no tiene costo adicional porque es un sola reserva.

El emprendimiento turístico nacional da empleo a 25 personas de manera indirecta. Además, trabaja con más de 50 establecimientos entre hostales y agencias para que los turistas los contraten, también, por esas vías.