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El Tren Crucero transportó 6 984 pasajeros, entre nacionales y extranjeros, durante el 2014. Foto: Vicente Costales / LÍDERES

Redacción Quito (I)
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El viaje en tren es un negocio que suma pasajeros e ingresos

8 de marzo de 2015 16:47

Las cifras que Ferrocarriles del Ecuador Empresa Pública muestra son un reflejo de la recuperación de este atractivo turístico, que décadas atrás fue un medio de transporte interno en el país.

La modernización de esta empresa estatal empezó en el 2010. Desde ese año, hasta el anterior, recibió una inversión de USD 309 millones, recursos destinados para su modernización, rehabilitación del sistema ferroviario, la recuperación de locomotoras, etc.

Al mismo tiempo, los ingresos fueron creciendo en el mismo período. En el 2010 se registraron USD 1,1 millones; para el 2012 la cifra subió a USD 3 millones y el año anterior llegaron a 12,9 millones. El gerente encargado de Ferrocarriles del Ecuador, Francisco Mosquera, comenta que la proyección para este año es llegar a USD 16 millones.

No obstante, la empresa aún no genera utilidad debido a los procesos de rehabilitación que empezaron en el 2008.

El crecimiento en los ingresos es resultado, según Mosquera, de un trabajo minucioso que arrancó en el 2010. Este trabajo incluyó alianzas con negocios como hosterías, floricultoras, asociaciones de pequeños productores... También implica una logística especial y el desarrollo de dos productos para turistas nacionales y extranjeros: Excursión y el Tren Crucero.

“No es solo un viaje, es una experiencia con actividades pensadas en los pasajeros”, dice Mosquera. Estas experiencias incluyen, en el caso del producto Excursión, caminatas, visitas a plazas artesanales, presentaciones artísticas... En el Tren Crucero el pasajero visita floricultoras, hosterías, volcanes, haciendas durante un viaje de cuatro días y tres noches.

Matías Kronenberg, gerente de la hostería Hacienda La Ciénega, en Cotopaxi, cuenta que mantiene un convenio con Ferrocarriles del Ecuador desde hace dos años. El establecimiento recibe, cada martes, a pasajeros del Tren Crucero. “Son unos 30 turistas, la mayoría extranjeros, que se hospedan y pasan la noche en nuestra hacienda”. Para Kronenberg, el acuerdo permitió el incremento de visitantes en la población de Lasso. “Llegan en la tarde, duermen y salen en la mañana. Es una idea genial, porque se generan negocios e ingresos en zonas que no tenían visitantes”.

El perfil del pasajero del Tren Crucero es otro indicador. Las cifras de la empresa señalan que el 40% son viajeros nacionales y el resto son visitantes de EE.UU., Reino Unido, Alemania, Australia, Japón, entre otros países.

En cuanto a los trenes que están dentro del paquete de Excursión, las nacionalidades difieren según el tramo. En la ruta Alausí-Sibambe, también llamada Nariz del Diablo, la mitad son nacionales y la otra parte, extranjeros.

La empresa pública también maneja la dinamización de economías locales. Esto se logra mediante alianzas con, por ejemplo, artesanas de Machachi, en Pichincha, y Urbina, en Chimborazo. Esto permitió que unos 1 488 negocios comunitarios se relacionen con las actividades de Ferrocarriles del Ecuador en Latacunga, Machachi, El Boliche, Durán, Bucay, Alausí, Milagro, Ibarra, Salinas...

Para Luz Elena Coloma, gerenta de la empresa municipal Quito Turismo, desarrollar este producto turístico ha sido un acierto. “Es un viaje que genera gran interés en mercados europeos como el británico”. Añade que la empresa estatal tiene el desafío de mantener la calidad y ser sustentable en lo económico. “La inversión hecha en estos productos es muy grande y la empresa estatal tiene el desafío de ser rentable. Para eso, la clave pasa por la calidad y por la innovación de los productos”.

La estatal tiene alianzas con 211 operadoras de turismo. Estas sirvieron como plataforma para que el año pasado 6 984 pasajeros utilizarán el Tren Crucero y 176 968, los trenes de excursión.

Los retos, según Mosquera, son mejorar la infraestructura turística en ciertas zonas y trabajar con las comunidades en temas de servicio y calidad.

La llegada de los pasajeros impulsa los negocios locales

Redacción Guayaquil (I)

La finca El Chaparral, en Milagro, fue durante 30 años un espacio destinado exclusivamente al cultivo de cacao. Así lo cuenta Sara Miranda, propietaria de la finca ubicada en este cantón del Guayas.

Con entusiasmo, Miranda explica que ahora El Chaparral recibe a turistas nacionales y extranjeros que llegan cada fin de semana en el recorrido que realiza el Tren de la Dulzura.

Esta es una de las rutas del producto Excursión que ofrece Ferrocarriles del Ecuador en Guayas.

Además de los ingresos que Miranda y su familia reciben con la producción de cacao, ahora también ganan con la venta del chocolate y productos derivados del cacao que producen para los turistas.

“Desde que comenzaron los paseos en tren para nosotros ha sido de gran ayuda. Vienen turistas de todas partes, estudiantes y conocen del cacao, ya hasta tenemos página en Facebook”, cuenta Miranda.

El servicio de Tren Crucero, que atraviesa la Sierra y la Costa, es el que más acogida tiene entre los turistas internacionales. Pero el servicio de Tren de Excursiones va ganando espacio.

En el Tren de la Dulzura, por ejemplo, en 2014 viajaron unos 24 000 turistas; de esa cifra el 20% fueron pasajeros extranjeros.

Milton Silva, gerente de la filial litoral de Ferrocarriles del Ecuador, cuenta que en el 2015 la meta es alcanzar o pasar los 30 000. Cuando se activó la primera ruta en la Costa, en el 2010, solo viajaron 300 turistas, recuerda Silva.

Actualmente el Tren de la Dulzura (llamado así en alusión a los cultivos frutales de la Costa), cuenta con una locomotora de electrodiésel y tres coches climatizados con capacidad para 90 personas. Este año se incrementará un coche más.

Silva asegura que las historias como las de Miranda son recurrentes desde que se activo el tren turístico en el país. El Tren de la Dulzura, que cubre Durán, Milagro, Naranjito y Bucay ha generado unos 1 078 empleos directos relacionados al turismo, según el funcionario de la entidad estatal.

Con él coincide Jorge Mori, director de Turismo de la Prefectura del Guayas. Él trabaja en programas de capacitación con unos 50 líderes comunitarios “para que se enganchen con la oferta turística del tren y puedan ofrecer servicios y productos turísticos de calidad en la provincia”.

Mori cuenta que otro de los emprendimientos que ha crecido desde que se activó el Tren de la Dulzura es el de la comunidad Shuar de Bucay. Este grupo, liderado por Federico Calle, recibe a los turistas y los adentra en las tradiciones de la cultura amazónica. “Ya no es necesario viajar ocho horas a la Amazonía, pueden conocer viajando en el tren”, dice Mori.

Esta es la única ruta que recorre la Costa, pues la mayoría de las excursiones en tren recorre la Sierra. En esa región está el Tren de la Libertad que va de Otavalo a Ibarra; el Tren de los Volcanes, que pasa por Quito, Machachi y Boliche; el de la Nariz del Diablo, que va de Alausí a Sibambe y el de Cañar, que va de Tambo a Coyoctor. A corto plazo se abrirán nuevas rutas de excursión, como el Tren del Hielo, que recorrerá Ambato, Urbina, Riobamba y Colta.

Adriana Cedeño, guayaquileña y estudiante universitaria, recorrió la ruta de la Nariz del Diablo, en Chimborazo. Ella comenta que es una de las mejores experiencias para conocer Ecuador. “Es un recorrido que te permite conocer más tu país, te llenas de la cultura de los lugares por los que pasas”.