El dominio de tecnologías de comunicación, las redes sociales con fines comerciales y la capacidad rápida de adaptación son las nuevas competencias esenciales. Imagen: Freepik.es

El dominio de tecnologías de comunicación, las redes sociales con fines comerciales y la capacidad rápida de adaptación son las nuevas competencias esenciales. Imagen: Freepik.es

El virus cambió los perfiles laborales

18 de noviembre de 2020 12:12

Las empresas cambiaron sus parámetros de contratación en este año, tras la pandemia del covid-19. Las normas de distanciamiento físico y confinamiento demandan mayores habilidades tecnológicas de un trabajador, además de una capacidad de adaptación más amplia que en el pasado.

Guillermo Pillajo, director técnico de Gestión de Talento Humano de la Universidad Politécnica Salesiana (UPS), explica que las compañías incorporarán nuevos parámetros para emplear.

En las evaluaciones de los candidatos a una plaza de trabajo se dará mayor peso al dominio que tengan en cuanto al uso de tecnologías, al manejo de plataformas para comunicaciones, la transmisión de datos y el uso comercial de redes sociales.

En los últimos años, los trabajadores en general han tenido conocimientos medios sobre el uso de equipos informáticos, software y aplicaciones para diferentes tareas en el ámbito laboral.

Sin embargo, hoy con la mayor relevancia de la digitalización “la gestión de datos, los conocimientos sobre inteligencia artificial o la capacidad para trabajar con máquinas son las aptitudes técnicas que se empiezan a demandar en los nuevos perfiles profesionales”, según un artículo de Julia F. Cadenas, en El País de España.

Así, el hecho de que los profesionales cuenten con conocimientos tecnológicos más especializados se ha vuelto indispensable.

Cada empresa tiene diferentes giros de negocios, que marcan los requerimientos específicos que los postulantes deben cumplir.

El conocimiento implica la comprensión teórica o práctica de un campo determinado, mientras que las habilidades son las capacidades para realizar funciones.

Según Cadenas, la capacidad de adaptación, la formación continua y la flexibilidad cognitiva serán algunas de las aptitudes que demandarán en mayor medida los perfiles que requieran empresas, más aún tras la pandemia.

Ello porque los confinamientos y el distanciamiento han demandado de los trabajadores un vertiginoso cambio que exige aprendizaje y adaptación inmediata.

Diversos sectores de la economía se han transformado diametralmente en la última década y con mayor velocidad en este año, tras la nueva normalidad. Entre ellos están el financiero, el marketing digital, la comunicación en línea y, sobre todo, el comercio.

Ello ha demandado nuevos puestos de trabajo. Pero no solamente en estos sectores sino en los más tradicionales, que se vieron obligados a implementar masivamente procesos tecnológicos que podían ser postergados.

“Los campos laborales que no estén directamente relacionados con la tecnología deben incorporar en un 33% habilidades digitales y de solución de problemas”, explica Daniel Dávalos, CEO de Selecta Talent Hunters, empresa de selección de personal.

Valentín Bote, director de Randstad Research, un centro de estudios de mercado laboral en España, señala que si antes la tecnología era un motor muy potente en la transformación de los recursos humanos, ese efecto se ha intensificado aún más en el escenario actual.

Según el experto, el nuevo contexto laboral requiere, por un lado, que los trabajadores sean capaces de adaptarse de manera radical a los nuevos perfiles que demanda la empresa y, por otro, que las compañías de los sectores más tradicionales impulsen la creación de nuevos puestos de trabajo que antes no tenían.

Dayana Gómez, especialista en Recursos Humanos, explica que desde el año 2011 comenzó la era de la revolución industrial 4.0, con la cual se estableció la necesidad de contar con perfiles profesionales aptos para el manejo de plataformas tecnológicas, enfocadas además en las telecomunicaciones. Y en el panorama actual, han tomado un impulso importante.

El objetivo es que mediante la implementación tecnológica, las empresas generen con sus equipos de trabajo procesos que sean más óptimos y eficientes para impulsar una mayor productividad dentro del mercado actual.

Las empresas han venido aplicando plataformas informáticas e infraestructura tecnológica para sobrevivir y pasar de la realidad física a la virtual. Esto también deben hacer los trabajadores.

Para Gómez, es indispensable para cualquier puesto de trabajo el dominio informático de software como Excel y Drive, tecnologías de información y comunicación y redes sociales.

En este momento es fundamental llenar los vacíos que pueden existir en cuanto a la tecnología, sostiene Pillajo. Por esa razón, lo ideal sería que las universidades ofrezcan cursos de capacitación en temas específicos, según el giro de negocio y la tecnología que las empresas estén implementado.

Dávalos añade que el mercado laboral se proyecta hacia el reemplazo de actividades operativas por robots y la inmersión de la tecnología en todas las actividades humanas.

52 % de las tareas realizadas por personas ahora serán reemplazadas por robots hasta el 2025.