Manuela de Veintimilla y Stefano Buoncristiani junto a su vitral en el Hotel Mama Cuchara. Foto: Pavel Calahorrano / LÍDERES

Manuela de Veintimilla y Stefano Buoncristiani junto a su vitral en el Hotel Mama Cuchara. Foto: Pavel Calahorrano / LÍDERES

La vitrofusión en el diseño de interiores

5 de diciembre de 2017 20:25

Lampo es un estudio de arquitectura de interiores con una innovadora propuesta para el diseño de cualquier edificación. Entre sus especialidades está la vitro fusión para los espacios interiores.

Manuela de Veintimilla y Stefano Buoncristiani, fundadores de Lampo Estudio, son una pareja de artistas que utilizan esta técnica en la que se funde y se superpone un vidrio con la ayuda de un horno. Su estudio funciona en su casa, donde tienen todos los materiales y desarrollan el proceso juntos.

Hace cuatro años comenzaron con esta técnica para fabricar accesorios para la casa como platos o espejos. Al ver el potencial de sus productos decidieron incorporarlo para diseño de interiores.

En el proceso, se realiza un estudio del color en el espacio, posteriormente se muestra el diseño en digital para que el cliente pueda apreciar los colores y las formas.

Una vez aprobada comienza el proceso de producción. El tiempo que tarda cada obra y el gasto de materia prima depende de la dimensión del trabajo.

Entre sus principales clientes se encuentran residencias privadas. Pero en estos últimos años han recibido contratos de empresas grandes, donde han podido reproducir su técnica a gran escala.

Uno de sus principales trabajos se encuentra en el Hotel Mama Cuchara. Este alojamiento de cinco estrellas, ubicado en el centro histórico de Quito, contrató los servicios de Lampo estudio para la creación de vitrales.

El resultado fue un trabajo que combina el aspecto religioso de la influencia colonial con una adaptación más contemporánea.

Sus proyectos se acoplan a la arquitectura de la edificación. A través de su oferta, los emprendedores proponen a los clientes un toque moderno; utilizan recursos contemporáneos y abstractos en la creación de sus vitrales.

Como un elemento funcional, este producto no permite ver del otro lado de una habitación, pero sí deja ingresar la luz.

Lampo Estudio cada mes cuenta con nuevos clientes que tienen diferentes perspectivas. La temática varía dependiendo del concepto del edificio o de las viviendas.

Para Manuela Veintimilla el cliente y el objeto deben tener mucha empatía. Un vitral lleva a que la casa tenga espacios de color y luz, lo que provoca una armonización visual del espacio.

Un vitral de Lampo Estudio tiene un costo de producción promedio entre USD 1 000 a 1 500.
Stefano Buoncristiani comenta que, a futuro, como estudio planean una exposición para poder exhibir una colección de diversos accesorios de vitro fusión para interiores. Esta muestra presentará platos, minivitrales, vitrales del tamaño promedio de una ventana, etc. El objetivo es dar a conocer esta alternativa para el interior de cualquier edificio.

Maisa Donoso, directiva del Hotel Mama Cuchara, es una clienta de Lampo Estudio, quien comenta que está satisfecha con el resultado de los vitrales. Al principio, al ver la obra en digital, le pareció una buena idea tener un pedazo de arte en el lugar; el producto terminado le hizo sentirse como si estuviera dentro de una galería.

El contrato para esta edificación incluyó vitrales para puertas de ingreso, así como puertas del lobby y corredores. Para Donoso, es como tener cuadros en vidrios.

Por medio de los vitrales Lampo Estudio desarrolla una nueva forma de visualizar los interiores, una expresión artística que influye en el ambiente sea laboral o familiar.