Luego de los hechos ocurridos en el mes de octubre y la subsecuente “reorientación” económica del gobierno de Lenín Moreno solo quedan mensajes profundos de una sociedad dividida, desordenada con poca o ninguna gana de enfocarse en acuerdos comunes en beneficio de toda la sociedad. Por ello podemos decir sin temor a equivocarnos, que el Ecuador es un país inviable el corto y mediano plazo. Ojalá nos equivoquemos por el bien de las generaciones futuras.

Llegó la hora y el presidente Moreno tomó las medidas que ningún otro presidente, en más de 40 años, no lo había hecho. Sí, tomó la medida más impopular y temida; la eliminación de los subsidios a la gasolina y al diésel. Sabíamos que era muy duro eliminarlos pero también sabíamos que era necesario si lo que se pretende es iniciar la reconstrucción del país luego de 10 años de saqueo.

Llego la hora y el presidente Moreno tomó las medidas que ningún otro presidente, en más de 40 años, no lo había hecho. Sí, tomó la medida más impopular y temida; la eliminación de los subsidios a la gasolina y al diésel. Sabíamos que era muy duro eliminarlos pero también sabíamos que era necesario si lo que se pretende es iniciar la reconstrucción del país luego de 10 años de saqueo.

Parecería ser que el gobierno del licenciado Moreno tiró definitivamente la toalla y se ha desentendido de todo lo que esté relacionado con la política económica. Así mismo, se observa que toda la energía que se necesitaba para realizar las reformas en este ámbito se encuentra disuelta y pospuesta hasta que venga un nuevo gobernante.

Desde hace más de 10 años, China es el mayor prestamista del mundo. Una situación que empieza a preocupar y pone en riesgo la estabilidad financiera y política de ciertos países. Con más de 5 mil billones de dólares (cinco trillones en inglés), los préstamos chinos representan el 6% del crédito mundial.