El memo de la semana: "La tragedia griega"

La permanencia de Grecia en la Zona Euro suscita cada día más dudas y riesgos. Las últimas elecciones en ese país (6 de mayo) pusieron en evidencia un fortalecimiento de los partidos opuestos a los planes de austeridad establecidos por los prestamistas. Su posible llegada al poder, en los comicios del próximo 17 de junio, causa enorme preocupación a los inversionistas.

La incertidumbre política y económica también ha generado una retirada de depósitos de los bancos griegos, superior a los 700 millones de euros (USD 910 millones).

Además, existen otros elementos que evidencian la magnitud de la crisis: compañías farmacéuticas internacionales trabajan con autoridades europeas en planes de emergencia, para mantener el flujo de medicinas a ese país, en la eventualidad de que se vea forzado a dejar la Zona Euro.

Las agencias internacionales reportan a diario la actual realidad social griega: más personas vagan por las calles, la demanda en los comedores benéficos se desborda. Pero todavía hay más, una inflación desbocada, una desintegración bancaria y el colapso de la actividad comercial. Por ahora, con el dinero que ha recibido el país del rescate internacional, se han podido pagar los salarios y las pensiones. De lo contrario, el malestar social no tendría precedentes.

Una eventual salida de Grecia de la Zona Euro puede generar una ola de contagio hacia economías mucho más grandes como la española. A eso se suma el futuro del euro, como una moneda que ha sido el reflejo de la integración monetaria del Viejo Continente en la última década. Más allá de la reunión de este fin de semana del G-8, todo el mundo pone sus ojos en el desenlace de la tragedia griega.

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