Noticia
domingo 13/10/2013 10:27
Una quiebra le hizo rodar... lejos
Ese día cogió la bicicleta y pedaleó hasta que no tuvo fuerzas para derramar una sola lágrima. Había fracasado con su negocio, una cadena de ópticas que sucumbió ante el aparecimiento de fundaciones que ofrecían lentes y servicios ópticos a precios bajos. Los suyos eran armazones de moda, originales, y por tanto no podía competir. El cierre fue una dura caída para Santiago Gross, un optómetra al que, en realidad, nunca le gustó lo que hacía; había estudiado y culminado su profesión por seguir la ruta de una familia de optómetras.