Sé un experto en abandonar fantasías
Los deseos y las fantasías son cosas distintas y trabajan en planos diferentes. Podemos desear cosas y/o situaciones y también podemos tener fantasías sobre cosas y/o situaciones.
La diferencia que yo encuentro es la siguiente: cuando tenemos un deseo, podemos trabajar para conseguirlo. En cambio, una fantasía puede quedar en eso, sin necesidad de trabajar para conseguirla (porque si así fuera la convertiríamos en un deseo).
Cuando pienso en fantasías, recuerdo la historia del caballo muerto de los indios Dakota, que – de acuerdo con Gary Hamel – dice así: “La sabiduría de los indios Dakota dice que cuando uno descubre que va en un caballo muerto, lo mejor que puede hacer es desmontarse. Desde luego, también puede cambiar de jinete, puede hacer que un comité estudie al caballo muerto, puede declarar que es más barato alimentar a un caballo muerto, puede enganchar varios caballos muertos. Pero después de ensayar todas estas cosas, siempre tendrá que desmontarse”.
Un caballo muerto no va a llevarte a ningún lugar; una fantasía – muy probablemente - tampoco.