Transparencia, responsabilidad corporativa, trato equitativo de accionistas y stakeholders y administración de cuentas son los cuatro principios de las Normas ecuatorianas del buen gobierno corporativo.

Esteban Ortiz Mena, intendente de Compañías de Quito, explica cómo las Normas ecuatorianas de Buen Gobierno Corporativo apuntalan el desempeño empresarial, minimizan el riesgo para el inversionista y pueden contribuir a evitar actos de corrupción

Carlos Loaiza, presidente de la Comisión de Integridad y Anticorrupción de ICC, capítulo Ecuador, se refiere al lanzamiento de las Normas ecuatorianas para el buen gobierno corporativo. El cuerpo legal contiene recomendaciones para evitar malas prácticas empresariales.

No hay plan de Responsabilidad Social que pueda sostenerse en el tiempo si no aporta un beneficio a la organización. Esto se vio reflejado cuando en una encuesta realizada en el 2016 por la consultora Deloitte solo un 16% de las empresas participantes destinó un porcentaje de su presupuesto anual a proyectos de sostenibilidad y responsabilidad social corporativa.

Empresarios de los sectores agrícola y acuícola de Ecuador se instruyeron en Guayaquil sobre las novedades en las normas de certificación internacional de buenas prácticas agrícolas GlobalGap AP para sus productos de exportación.

El primer trimestre del 2014 marcó un período de intensa actividad en el sector empresarial, debido particularmente a la aplicación de la Resolución 116 del Comité de Comercio Exterior (Comex), vigente desde el 4 de diciembre del año pasado. En ella se definió el cumplimiento de la normativa Inen, para los productos importados. El Director Ejecutivo evalúa los resultados de la aplicación de estas normas.

La aplicación del Reglamento Sustitutivo para la Regulación y Control de la Publicidad y Promoción de Alimentos Procesados en el país está pendiente. No obstante, esa normativa establece la necesidad de implementar en las etiquetas de los productos alimenticios, un sistema de círculos de colores que, con el modelo de un semáforo, permita al consumidor identificar aquellos productos con mayores o menores concentraciones de elementos, como grasa, azúcar y sal.