Inty Gronneberg explica al príncipe Alberto de Mónaco, el funcionamiento de la turbina desarrollada por Ichthion. Abajo aparece en la premiación del MIT Technology Review. Foto: Cortesía de Inty Gronneberg

Inty Gronneberg explica al príncipe Alberto de Mónaco, el funcionamiento de la turbina desarrollada por Ichthion. Abajo aparece en la premiación del MIT Technology Review. Foto: Cortesía de Inty Gronneberg

Pedro Maldonado
Editor del Semanario Líderes (I)
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Él innova para solucionar problemas globales

12 de diciembre de 2018 12:41

Innovador. Visionario. Estratega. Curioso. Un líder de la revolución industrial 4.0. Esas son algunas de las características que tiene el ecuatoriano Inty Gronneberg, que en la actualidad reside en el Reino Unido.

En Londres fundó Ichthion, una ‘start up que desarrolla tecnología capaz de combatir la polución por plásticos de los océanos a escala global; Ichthion suma reconocimientos de organismos como Climate Kic, en Europa; Techa Planter, en Japón; o el MIT Technology Review, en Estados Unidos.

Esta última acaba de nombrarlo a finales de noviembre pasado como uno de los ‘Inventores del 2018 en América Latina’. Esta distinción llega por su trabajo contra la contaminación plástica. Gronneberg, con el equipo de la ‘start up’, inventó una turbina que recolecta basura plástica de ríos y océanos.

De padre noruego y madre ecuatoriana, Gronneberg nació en Ibarra, se educó en Quito y ahora brilla en Londres, Inglaterra. En la actualidad tiene 34 años y estudia un PhD en innovación tecnológica en emprendimientos en el Imperial College London, una de las instituciones de educación más destacadas en materia de innovación en Europa y el mundo.

Luego de culminar sus estudios en la Escuela Politécnica del Ejército, (ahora Universidad de las Fuerzas Armadas-Espe) y trabajar durante casi 10 años en el sector industrial, Gronneberg salió de Ecuador hace cinco años para estudiar una maestría en manufactura avanzada, en Londres, gracias a una beca del Gobierno ecuatoriano. Este inventor conoce de cerca lo que sucede en el ecosistema emprendedor nacional. “En el país existe una actitud positiva ante el emprendimiento, pero el emprendimiento tecnológico es distinto. En este último se requiere de un sistema que soporte la innovación tecnológica y Ecuador tiene mucho que desarrollar en este tema”, cuenta sin rubores en una entrevista telefónica.

Los estudios y la dedicación siempre fueron dos de sus fortalezas, según cuentan quienes lo conocen. Alexis Ortiz fue su profesor en la universidad y lo recuerda como un excelente estudiante. “Era preguntón, buscaba información y debatía con argumentos”. Ortiz añade que Gronneberg era de esos alumnos que exigen a los profesores y hacen crecer al grupo de estudiantes. “Es un líder, con un gran espíritu humano, sencillo y de un corazón enorme que siempre prioriza el interés colectivo”.

Casado con una polaca a la que conoció en el Reino Unido y con quien tiene una pequeña hija de dos meses, Gronneberg se define como un innovador, pero también como un inventor. “Son dos términos que van de la mano”.

Uno de sus inventos es una tricicleta eléctrica pensada en sustituir a los vehículos convencionales. “En Europa 1,3 personas en promedio usan un solo vehículo. Eso es un problema por el espacio que ocupan los autos. Mi invención busca reducir el espacio y combatir el sedentarismo”.

La jornada de este ecuatoriano se cumple principalmente en la oficina que tiene Ichthion en el clúster de innovación de Imperial College. El laboratorio de manufactura es el sitio donde pasa la mayoría de su tiempo, como investigador. Allí realiza pruebas permanentes de los prototipos pensados y desarrollados por el equipo que dirige junto a Robert Rouse, cofundador de Ichthion.

Javier Maza estudió la universidad con Gronneberg y luego fue compañero de trabajo en una ensambladora de vehículos. Él lo califica como una persona muy inteligente, con liderazgo notable, estratega y sumamente analítico. “Es un excelente profesional y siempre está dispuesto a apoyar y liderar causas de bien común”.

Sobre los reconocimientos que su excompañero de aulas tiene. Meza dice sentirse feliz. “Son merecidos y no serán los últimos ya que es un entusiasta por el emprendimiento y la innovación”.

El voluntariado es otra de las facetas de este innovador. Mario Hidalgo,otro ecuatoriano que estudia en Londres, lo conoce desde hace tres años y recuerda cuando trabajaron juntos en la campaña se llamó SOSEcuador que tuvo como objetivo recaudar fondos para los damnificados del terremoto de abril del 2016. “Se unieron más de 200 estudiantes ecuatorianos en el Reino Unido y alcanzamos a recoger alrededor de USD 80 000 en un mes”.

Para Hidalgo, Gronneberg es un visionario con gran capacidad de resolver problemas. “Él tiene la capacidad de ver un problema desde distintos ángulos y de ese modo generar soluciones que quizás la mayoría de personas no logra ver. Es una persona que realmente piensa ‘out of the box’”.

Gronneberg sigue con los pies en la tierra pensando en nuevas soluciones a problemas globales.