Germán Tapia y Catalina Fierro son los propietarios de este negocio, ubicado en el norte de Quito.

Germán Tapia y Catalina Fierro son los propietarios de este negocio, ubicado en el norte de Quito. Foto: Galo Paguay / Líderes

Un negocio con el foco en tres marcas

25 de octubre de 2018 09:49

Pablo Vega compró un Volkswagen Golf en el 2006, en una concesionaria de la marca alemana. Él se define como una persona que cuida siempre que su vehículo funcione sin problemas, por eso durante cinco años llevó su auto a la concesionaria para las revisiones, haciendo uso de la garantía que se le ofrecía.

Cuando la garantía acabó, Vega buscó un taller que le genere confianza. Así descubrió GT Autorepuestos, un negocio familiar que nació en 1993 y que en septiembre pasado cumplió 25 años.

Este emprendimiento surgió por una iniciativa de Catalina Fierro. Esta mujer tenía experiencia en una firma automotriz y conocía del negocio de los repuestos para vehículos. En este negocio Tapia contó con el apoyo de su esposo Germán Tapia.

En el principio, GT Autorepuestos empezó importando repuestos desde Brasil, Alemania, México y Argentina para tres marcas europeas: Volkswagen, Audi y Skoda. Ese fue el modelo del negocio de la familia Tapia-Fierro.

La actividad se diversificó con el tiempo y desde hace cerca de 15 años, la familia decidió montar un taller mecánico para ofrecer servicios a vehículos de las marcas ya mencionadas. “Somos especialistas”, dice Edwin Luna, yerno de Tapia y Fierro.

Hoy este negocio se encuentra en una etapa de transición. Luna y su esposa, Andrea Tapia, están trabajando de cerca con los fundadores del emprendimiento para hacerse cargo de la operación de esta empresa de repuestos automotrices y del taller.

La clave para la evolución de este negocio ha sido consolidar alianzas con proveedores de autopartes en el extranjero, asegura Luna. Esto permite que desde hace más de 15 años el negocio oferte toda clase repuestos.

Uno de los retos que tuvo la empresa llegó en 1999 y en el 2000, cuando el Ecuador vivió un ‘crack’ financiero y se adoptó el dólar como moneda. Luna cuenta que la empresa no sufrió tanto como otras porque previamente ya cotizaba repuestos en el extranjero con la moneda estadounidense. “Esto nos benefició para tener estabilidad en las negociaciones con los proveedores”.

Luna reconoce que en esos años de crisis, de todas maneras hubo una caída de las ventas y se generaron problemas de liquidez por el feriado bancario de 1999. Al final se logró resistir y la empresa se mantuvo a flote en esos años complicados que vivió el país.

Esta empresa está ubicada en el sector de El Labrador, en el norte de Quito. El negocio se mantiene evolucionando y en la actualidad cuenta con un equipo de 25 personas. “La mayoría tiene más de 10 años en el negocio, lo que significa que han crecido y han hecho crecer al negocio”, dice Luna.

El vocero de GT Autorepuestos también reconoce que abrir el taller fue una estrategia adecuada. Cada mes se reciben cerca de 200 vehículos, en promedio. Hoy el 30% de los ingresos se genera en la mecánica y el 70% corresponde a la venta de repuestos. Además las ventas crecen un 2% anual.

También apunta que su suegro continúa como gerente general de la empresa y que la transición se está dando de manera ordenada.

Los clientes, como Vega, están satisfechos y confían en los servicios de este negocio. “El trabajo es muy bueno. Por eso vengo al taller cada vez que mi Volkswagen tiene algún problema”.