La automatización de los procesos en las empresas y el mayor uso de la tecnología —acelerado por la pandemia en todo el mundo— ha creado inmensas posibilidades en el campo laboral, para personas de todas las edades.

Pero estos nuevos puestos de trabajo requieren de conocimientos y formación en competencias que están siendo desarrollados a la par, por las universidades con mayor capacidad de innovación.

Durante décadas, la academia ha sido cuestionada por no siempre preparar a los profesionales que el mercado está demandando.

Un estudio del IESE Business School del 2019 sobre el futuro del empleo y las competencia, reveló que de 53 empresas entrevistadas (que emplean a más de 3 millones de profesionales en el mundo) el 72% aseguraba tener problemas para encontrar empleados cualificados con habilidades específicas para cubrir sus vacantes.

No por falta de candidatos, sino por no tener la formación requerida.En este escenario, instituciones como la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) de España —una universidad 100% en línea con más de 50 000 estudiantes entre España y América Latina— están constantemente ajustando y desarrollando programas educativos alineados a lo que la economía necesita, en base a la innovación y el uso del ‘big data’.

Con el propósito de estudiar el mercado laboral, la UNIR creó el Observatorio del Conocimiento para recopilar información que permita saber en tiempo real cuál es la oferta de empleos en países como España, Ecuador, Colombia y Estados Unidos, entre otros.

Jorge Torres, director ejecutivo del Departamento de Innovación y Observatorio del Conocimiento de la UNIR, explica que se conectan a las diferentes fuentes de información donde los empleadores ponen las ofertas de trabajo.

Es decir, plataformas como Indeed, Glassdoor o LinkedIn Jobs donde recopilan las ofertas de empleo, incluidas las características del trabajo, las competencias, titulaciones y certificaciones requeridas del postulante.

Esta gran cantidad de información o ‘big data’ se analiza con técnicas de inteligencia artificial y se definen los perfiles que demanda el mercado y las competencias asociadas a esos perfiles. Esa data sirve para modificar y desarrollar los programas educativos de pregrado y posgrado de la UNIR.

“Es muy importante que la formación y las competencias que desarrollamos en nuestros estudiantes, se encuentren alineadas a lo que demanda el mercado. Por eso, constantemente revisamos nuestros planes de estudio y los alineamos a las tendencias del mercado laboral”, dice Torres.

Hasta el momento, han recopilado y procesado unos 60 millones de registros de oferta de empleo y con ello han diseñado 120 titulaciones en total sintonía con las necesidades del mercado.

Este sistema no sólo determina las habilidades técnicas, sino también las habilidades blandas requeridas transversalmente en distintas áreas de las empresas.