Noticia
lunes 06/08/2012 09:57
Shirley Miñaca contrató un servicio de seguridad electrónica hace seis años. Vive en el valle de Los Chillos (suroriente de Quito) y paga USD 22 mensuales por el monitoreo de su casa. A pesar de que su domicilio cuenta con dispositivos de vigilancia, comenta que en una ocasión presuntos delincuentes entraron a su vivienda, pero no lograron robar nada.