Kawsay Balloons incursiona en el país con la iniciativa de globo aerostático turístico.
Su nombre está inspirado en el vocablo kichwa Kawsay, que significa vivencia. El gerente general de la empresa, Daniel Hernández, comenta que el objetivo es brindar una experiencia diferente, para disfrutar desde el aire paisajes únicos, como el del lago San Pablo, en Otavalo (Imbabura).

Este ingeniero mecánico antes de dedicarse a este emprendimiento turístico estuvo vinculado a la industria petrolera. Laboró para una compañía que ofrece servicios en el Oriente ecuatoriano.

La idea del nuevo negocio surgió en uno de sus viajes aéreos. En más de una ocasión, Hernández quedó cautivado por los parajes de la Sierra y la Amazonía.

Antes de abandonar su empleo indagó sobre el funcionamiento y requisitos para que un globo aeróstato, que no es impulsado por un motor, pueda volar en el país.

A la par, fue definiendo los ejes de su empresa de turismo que está dirigida tanto a nacionales como extranjeros. Su plus es mostrar el Ecuador desde otra perspectiva.

Kawsay Balloons se constituyó en el 2018. Un año antes, Hernández viajó a México para contactarse con empresarios y pilotos, que en esa nación tienen cerca de dos décadas de desarrollo.

Pero consolidar este emprendimiento no fue fácil. En Ecuador no hay una escuela de formación de pilotos de este tipo de aeronaves.

La Dirección General de Aviación Civil pidió el aval de un curso en el país para otorgarles la licencia de piloto de globo libre.

Dos instructores mexicanos fueron contratados para impartir los conocimientos necesarios, que incluían clases teóricas y prácticas. La idea era adiestrar a cinco personas, pero no todos pasaron las pruebas de aptitud.

Daniel y su hermano Gabriel aprendieron sobre el funcionamiento y manejo de las partes de la aeronave. Entre ellos, la cesta, quemadores, cordajes y la envoltura, que es la más llamativa y permite mantener al globo en el aire. Igualmente, prácticas de vuelos, con despegues y aterrizajes.

Daniel y Gabriel Hernández son los primeros pilotos de globo libre instruidos en Ecuador y que pueden ejercer esta actividad ­comercialmente.

Otro de los retos de estos emprendedores fue la compra de la aeronave. Para ello, consultaron a varios fabricantes europeos.

El proceso de adquisición duró seis meses. Al final optaron por un globo de fabricación española. Su costo bordeó los USD 100 000.

Para el ingreso al país, la aeronave debió pasar una inspección técnica y luego el proceso de matriculación y asignación de una placa de identidad del globo.

Aunque pueden volar en cualquier ciudad del Ecuador, buscaron un lugar para iniciar las operaciones turísticas. Hicieron un análisis técnico y económico para determinar no solo el sitio más apto para la aeronavegación, sino que también sea una ruta frecuentada por turistas que puedan interesarse por participar en esta actividad. Los vuelos se realizan por la mañana (06:00 a 08:00).

Así analizaron escenarios como Baños, la laguna de Quilotoa, los parques nacionales Cajas y Cotopaxi y el lago San Pablo.

Este último tuvo el visto bueno por su bello paisaje y su cercanía a Quito. Antes de volar instalaron una pequeña estación meteorológica para monitorear el clima. Cada semana visitaban la zona para hacer mediciones y conocer el comportamiento atmosférico en diferentes épocas del año.

Para poder realizar las operaciones firmaron un convenio con el cabildo de la comunidad Pucará Desaguadero. Los vuelos se realizan desde el estadio local.

Ofrecen servicios turístico y publicitario. En el primero hay un vuelo cautivo, en donde el globo aerostático es controlado por cuerdas de anclaje desde tierra, a 30 metros de altura. El costo es USD 89 por persona e incluye de 15 a 20 minutos de vuelo y un desayuno. Buscan potenciar este servicio para propuestas novedosas, como bodas en el aire.

El vuelo libre, de 20-30 minutos, despega de un punto y aterriza en otro. Se ofrecerá desde abril. Vale USD 320 por persona. Kawsay Balloons fue uno de los planes ganadores de la convocatoria Emprende Turismo 2018, impulsada por el Ministerio del ramo.