Simón Kimani, un agricultor de 73 años keniata, se encarga de la cosecha de aguacates en su plantación. La producción ha subido con la demanda. Foto: Kevin Midingo / AFP y archivo LÍDERES

Simón Kimani, un agricultor de 73 años keniata, se encarga de la cosecha de aguacates en su plantación. La producción ha subido con la demanda. Foto: Kevin Midingo / AFP y archivo LÍDERES

Kenia compite con fuerza en el comercio del aguacate

21 de agosto de 2018 09:11

Kenia quiere aprovechar el auge del agucate entre los europeos, dispuestos a gastarse una decena de euros en una tostada con el producto, para desarrollar la producción de esta fruta.

Cada vez más kenianos plantan aguacates en sus campos color ocre, incluso a costa de abandonar sus tradicionales cultivos de café o té, por la fuerte demanda que existe en la Unión Europea (UE).

“Recientemente, cuando el mercado de aguacates se disparó, pensamos que era más interesante plantar estos árboles. Así empecé yo”, explica Simón Kimani, apuntando con el dedo los primeros árboles que plantó hace menos de 10 años. Ahora, posee dos hectáreas (ha) de esta especie.

Las tostadas con aguacate se propagaron por las cartas de los restaurantes europeos. Según Laura Hannoun, una bloguera de 25 años que hizo una lista de las 10 mejores direcciones para comer este bocado en París, el precio justo está entre USD 11 - 12,5.

Simón Kimani, un agricultor de 73 años keniata, se encarga de la cosecha de aguacates en su plantación. La producción ha subido con la demanda. Foto: Kevin Midingo / AFP y archivo LÍDERES

Simón Kimani, un agricultor de 73 años keniata, se encarga de la cosecha de aguacates en su plantación. La producción ha subido con la demanda. Foto: Kevin Midingo / AFP y archivo LÍDERES


En Kenia, la producción de aguacates se organiza en pequeñas explotaciones y los campesinos venden después sus cosechas a empresas de exportación.

Kimani, de 73 años, y sus dos jóvenes empleados recolectan con ayuda de machetes las paltas (aguacates) aún verdes. Las frutas terminarán de madurar durante el largo trayecto que deben hacer hasta Europa.

Él forma parte de un grupo de agricultores que vende sus aguacates a la Fair Trade Company Limited. Desde que lo contrató esta empresa, en 2015, Kimutai observó que hubo un fuerte aumento de la producción de aguacates hass, una variedad muy codiciada en el continente europeo. “En 2016 exportamos 20 toneladas y en 2017, 40”, explica la empresa.

En otras partes del mundo como en el país también se reconoce la alta demanda que existe por el aguacate, variedad hass.

Hasta hace 12 años, la cosecha anual en la Sierra llegaba a 500 toneladas en 50 ha. Para enero pasado la siembra alcanzó 430 ha, cantidad a la que se suma la siembra en la Costa, que llegó en esa época a las 250 ha. Entre ambas regiones, la producción supera 600 toneladas anuales. En el 2017 se registraron cerca de 700 ha de la variedad hass, que es la de exportación porque se conserva por más tiempo durante el envío al mundo.

En Ecuador también se produce la fruta. Se busca más exportaciones. Foto: Archivo / LÍDERES

En Ecuador también se produce la fruta. Se busca más exportaciones. Foto: Archivo / LÍDERES


Este fruto es de color oscuro y superficie rugosa. Corpoaguacate, el organismo que revisa la evolución de este fruto, explicó a inicios de año que las cifras de siembra podrían duplicarse y hasta triplicarse para este 2018, porque el mercado internacional demanda más aguacate.

EE.UU., de hecho, se mostró interesado por el aguacate hass de Ecuador. El Servicio de Inspección de Sanidad Animal y Vegetal (APHIS) del Departamento de Agricultura de ese país propuso, en junio pasado, permitir la importación del producto nacional.

El país norteamericano ya compra el fruto de países como Colombia y Chile, que son importantes productores.

En Kenia, cada año, Kimani recolecta hasta siete toneladas de esta fruta tan a la moda, que vende a USD 0,5 el kilo, es decir unos cuatro aguacates, a la Fair Trade Company Limited que, a su vez, los exporta a España y Holanda.

En los supermercados europeos, los aguacates kenianos, que cuestan alrededor de un euro la unidad, se codean con las paltas de Chile, México e Israel.

“El 100% de los aguacates están destinados a la exportación. Intentamos mejorar la calidad para que el 90% de la producción de los agricultores sean exportables y el 10% restante se dedique a los productores de aceite”, explica Bernard Kimutai, quien proyecta abrir una fábrica del óleo.

En Ecuador también se produce aceite. Pro Ecuador explicó que empresas nacionales han ganado premios internacionales en categorías sobre aceites de granos y frutas o productos gourmet.

Francia es uno de los principales importadores de aguacate a nivel mundial junto a EE.UU. y Holanda. También son grandes compradores del aceite de la fruta.

En Kenia, el gobierno anima a los agricultores a producir aguacate y propone cursos para que quienes tienen pequeñas parcelas mejoren sus conocimientos sobre el cultivo del producto.

“Animamos también a los jóvenes que no tienen trabajo”, precisa Esther Kimani, directora del Kephis (Kenya Plant Health Inspectorate Service), que certifica las semillas de los aguacates.

La demanda sube sobre todo en los países ricos, donde la salud es importante. El agucate es buena para el organismo, con muchas vitaminas, fibras y oligoelementos, por lo que se ha destacado.