Julián Mora es el responsable de la franquicia en Ecuador y propietario de la sede en Cumbayá. Foto: Diego Pallero / LÍDERESa

Julián Mora es el responsable de la franquicia en Ecuador y propietario de la sede en Cumbayá. Foto: Diego Pallero / LÍDERESa

El balón es su aliado para educar a niños

2 de febrero de 2017 13:29

Dos arcos, césped y un balón pueden ser los mejores pedagogos para los niños. Este es el concepto de Little Kickers, una franquicia que llegó al país en el 2012 de la mano de Julián Mora, quien cuenta que esta iniciativa se fundó justamente en la cuna del balompié: Inglaterra, hace 15 años.

Mora resume la propuesta de la marca británica como un proyecto que “tiene el objetivo de desarrollar el amor por el deporte con le herramienta del fútbol como forma de aprendizaje”.

El fin, dice Mora, no es crear futbolistas o ser simplemente una escuela de fútbol, sino utilizar esta actividad -en la que pueden participar niños hábiles y no tan hábiles con el balón- para el desarrollo motriz grueso: coordinación, equilibrio corporal, fuerza, etc.

Little Kickers se especializa en niños de dos a cinco años y para ello ha desarrollado una metodología propia que busca estimular las mencionadas destrezas.

Por ejemplo, dice Mora, niños que eran muy tímidos ganan confianza y seguridad gracias al deporte para su vida cotidiana. Mientras que los niños hiperactivos pueden ganar mayor control sobre sus emociones.

Para iniciar, el emprendedor invirtió entre USD 20 000 y 25 000 para comprar la franquicia y promocionar la marca para ganar los primeros clientes.

Actualmente, Little Kickers cuenta con cinco puntos en Quito: Cumbayá (nororiente), valle de Los Chillos (suroriente), sur, centro norte y Puembo (nororiente). Ahora, sostiene Mora, buscan expandirse a ciudades como Guayaquil, Ambato y Cuenca.

A la semana, a las cinco sedes de las franquicias acuden cerca de 2 000 niños. La principal estrategia ha sido realizar alianzas estratégicas con 35 guarderías y colegios capitalinos, como Academia Cotopaxi, Liceo Campoverde o Liceo del Valle.

Little Kickers complementa los estudios formales, explica Mora, a través del deporte en los niños de los centros de estudios.

Pero no solo se trata de fútbol. La iniciativa también busca reforzar el vínculo familiar entre padres e hijos los fines de semana. Además, realizan fiestas infantiles con temáticas futboleras.

La facturación mensual de la franquicia de Mora (solo en Cumbayá) está entre USD 10 000 y 12 000. Además de manejar su sede, Mora también se encarga de supervisar lo que suceden en los otros centros y expandir la marca.

Otro de los objetivos es realizar alianzas estratégicas con empresas para llevar sus servicios al sector corporativo.

En Kikirikids, un centro de desarrollo infantil ubicado en San Juan de Cumbayá, trabajan con Little Kickers desde hace cuatro años. Mónica Baratau, una de las propietarias, comenta que con Little Kickers trabajan el desarrollo de neuromotores: la conexión del cerebro con el cuerpo de los niños, a través de actividad física que estimula la coordinación, el balance y equilibrio.

“Es una franquicia súper organizada, superestructurada, sus actividades son divertidas, los niños disfrutan y no se dan cuenta que mientras disfrutan están teniendo un aprendizaje”, dice Baratau.

En el centro de desarrollo infantil Terapia de Estimulación del Lenguaje (TEL) también trabajan con Little Kickers. Macarena Sánchez, directora de TEL, cuenta que uno de los principales puntales es el estímulo de valores como trabajo en equipo, compañerismo, solidaridad, etc.