Nicolás Romero O. maneja el Centro de convenciones de Guayaquil. Foto: Joffre Flores / LÍDERES

Nicolás Romero O. maneja el Centro de convenciones de Guayaquil. Foto: Joffre Flores / LÍDERES

Alexander García
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Lo existencial guía buena parte de sus lecturas

18 de julio de 2017 14:51

Cuando se le pregunta a Nicolás Romero Ordeñana por un libro de cabecera o un título al que vuelva con frecuencia, el gerente de Expoguayaquil, la empresa concesionaria del Centro de Convenciones, lanza un alegato en favor de la simplicidad.

Recuerda un axioma cómico de la administración de empresas, el efecto ‘kiss’ para ejecutivos que tienden a complicarlo todo: “¡Keep It Simple, Stupid!” (¡Hazlo sencillo, estúpido!). Y en lo teológico recurre a la que considera la mejor de las definiciones para una deidad suprema: “Dios es amor”.

Toda la argumentación le sirve para explicar por qué elegiría como un libro al cual volver a ‘El Principito’, la novela corta del escritor y aviador francés Antoine de Saint-Exupéry. La novela narra de la forma más sencilla posible, “sin adornos ni arandelas”, valores fundamentales en la vida del ser humano, dice. “Probablemente hay muchos autores que han escrito sobre lo mismo, pienso en el filosofo (Immanuel) Kant, por ejemplo, pero son autores a los que es muy complejo llegar”.

El existencialismo marca buena parte de los intereses de este gerente como lector; al igual que lo hace, por otra parte, la novela latinoamericana y en una menor medida los libros de gastronomía (Romero Ordeñana es un entusiasta cocinero).

“No tengo un tema específico, especial o de interés, los temas van variando a lo largo de la vida, depende de las necesidades psicológicas, emocionales y de las épocas que te toca vivir”, dice.

Pero son preguntas existenciales las que en el último año lo han llevado a leer -y apasionarse- por la astronomía, con libros de divulgación científica como ‘El universo elegante’ de Brian Greene, ‘Breve historia del tiempo’ de Stephen Hawking y autores como Michio Kaku, otro físico teórico estadounidense.

Aunque las matemáticas del tema lo superan “con mucho”, le apasiona la teoría de cuerdas, un modelo de la física teórica que según explica pretende conciliar la Teoría de la Relatividad de Einstein con la física cuántica, lo macro con lo micro, pues parecería que “la forma como funcionan los planetas y las moléculas no respondieran a las mismas leyes”.

Romero Ordeñana cuenta que a los 20 años se apasionó con el existencialismo, con escritores como Albert Camus o Jean-Paul Sartre. Y sorprende la cantidad de títulos que es capaz de mencionar del checo Milán Kundera: ‘La insoportable levedad del ser’, ‘La inmortalidad’ y ‘Los testamentos traicionados’...

El ejecutivo destaca la última novela de Kundera, ‘La fiesta de la insignificancia’ (2014) como un “extraordinario cuestionamiento a las relaciones superfluas”.

Admirador de la literatura de Cortázar, Borges o Benedetti, Romero menciona entre sus últimos descubrimientos al escritor peruano Santiago Roncagliolo, libros como ‘Abril rojo’ (premio Alfaguara de novela 2006) y ‘La noche de los alfileres’.

“La lectura -dice- es una fuente increíble de enriquecimiento personal, una forma de vivir mundos paralelos con la imaginación”.