María Augusta Hermida y sus libros en su departamento en Cuenca.

María Augusta Hermida y sus libros en su departamento en Cuenca. Foto: Xavier Caivinagua para Líderes

La lectura fue el pilar para su crecimiento

6 de marzo de 2019 11:19

El gusto por la lectura es una herencia familiar que fue inculcada por su abuelo, su progenitor y su madre. Ellos incentivaron esa afición en la arquitecta, María Augusta Hermida, y en su hermana Tania, la cineasta.

La literatura nacional fue la temática preferida durante la infancia y adolescencia de la actual Directora del Grupo de Investigación Ciudades Sustentables Llacta Lab. Luego optó por la latinoamericana y la ciencia ficción.

Uno de los primeros libros que la cautivaron fue ‘Un mundo feliz’, del británico Aldous Huxley. “Se planteaba qué estaba pasando con la humanidad en ese entonces”. Fue publicada por primera ocasión en 1932.

Su gusto por la lectura influyó en la toma de sus decisiones para su formación profesional. Ella empezó sus estudios universitarios en la Politécnica Nacional siguiendo Ingeniería de Sistemas. Luego incursionó en Sociología y Filosofía. Finalmente llegó a la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Cuenca.

“De alguna forma en esta profesión confluyen las ciencias técnicas, las sociales y la creatividad y el arte. Esta posibilidad de acceder a un conocimiento interdisciplinario se abrió por la lectura”, señala María Augusta Hermida, quien también es catedrática de la Universidad de Cuenca.

Entre los libros más importantes que ha leído para su formación está la ‘Teoría del proyecto’ del arquitecto catalán Helio Piñón. Es un texto transcendental que ella recomienda a quienes están estudiando esta carrera porque aporta con las bases de lo que se debe considerar como una buena arquitectura. “Como debe ser rigurosa y consistente... Fue mi libro de cabecera durante mi tesis doctoral, que realice en la Universidad Politécnica de Cataluña”.

La publicación ‘Momentos estelares de la humanidad’ de Stefan Zweig también está entre sus predilectos porque tiene un mensaje esperanzador: la genialidad de una persona o un momento determinado o casual generaron cambios radicales en la historia.

La actualidad, dice Hermida, plantea muchos desafíos por el cambio climático, necesidad de nuevas energías... y “este libro da esperanzas de decir que somos capaces”.

La lectura también le ha sido fundamental en la dirección del Grupo de Investigación Ciudades Sustentables. Un texto fundamental, señala, es ‘Ciudades para la gente’, de Jan Gehl, que orienta para que las urbes sean pensadas desde el punto de vista de las personas y tener alta calidad de vida.

A ella le gusta leer en papel porque las imágenes impresas dicen mucho y permiten aprender. También le gusta acceder a varias publicaciones a la vez. En ocasiones, solo le interesan capítulos o artículos, muy puntuales, para la producción científica en la que está inmersa.

Su horario preferido es por la noche porque suele dormir muy tarde. Según Hermida, la lectura le permite tener un momento de ocio y la posibilidad de aprender desde otras miradas. Y es una herencia que también ha inculcado en sus dos hijos.